Dar y recibir vida

Raúl Abzueta devolvió salud a seis personas El músico y triatleta Raúl Abzueta falleció este año y la familia cumplió su voluntad de donar sus órganos y tejidos. Sus amigos y conocidos de los ámbitos cultural y deportivo en los que se destacó, lo recuerdan como un hombre solidario que regalaba los componentes que le cambiaba a su bicicleta, o donaba sus camisas de correr a jóvenes que se iniciaban en el mundo de los maratones. Fue un asiduo promotor de los nuevos talentos de la música venezolana, y cada vez que tenía la oportunidad, incorporaba en sus producciones a músicos y cantantes que apenas iniciaban sus carreras, para apoyarlos y darlos a conocer. Estos recuerdos de su manera de actuar y las conversaciones sobre la donación de órganos que alguna vez se tuvieron en su casa, incidieron en la decisión familiar al momento de su fallecimiento. "Los amigos fueron fundamentales en la decisión, yo no lo hubiese hecho sola. Confié en ellos mientras yo estaba en una especie de limbo por la pérdida y por la cantidad de trámites por resolver. Ellos me lo comentaron y luego fui recordando la postura de Raúl frente al tema. Así pude hablarlo luego con su mamá (Dilcia de Abzueta), su hija (María Fernanda Abzueta) y otros familiares para tomar la decisión", cuenta su esposa Nayví Morles. Fue ella junto a sus allegados quienes sugirieron a los médicos de la clínica activar el Sistema de Procura de Órganos y Tejidos (SPOT) que funciona en el país a través del 0800-DONANTE, ejecutado por la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela (ONTV). Desde ese instante, ellos contaron con una coordinadora hospitalaria de trasplantes, quien les explicó los pasos a seguir. "La donación de sus órganos le ha dejado a la familia un aire fresco. Reconforta saber que otras vidas han sido rescatadas y nos consuela el hecho de haber logrado algo positivo en un momento donde no había más nada qué hacer", dice la esposa del músico fallecido, quien habla de la sensación de tranquilidad que le deja haber cumplido su palabra y haber contado con un entorno informado para agilizar los procedimientos de donación. La familia estuvo al tanto de todo, se despidió de su ser querido después de la extracción de los órganos y luego se le informó de las óptimas condiciones de salud de los cuatro jóvenes que recibieron los dos trasplantes de córnea y los dos trasplantes de riñón, además del comentario positivo sobre la rotación de dos personas en lista de espera, a las salas de diálisis. Donación en tiempo crítico. Ana Pinto es coordinadora hospitalaria de trasplantes del Sistema de Procura de Órganos y Tejidos, ejecutado por la ONTV, y junto a 15 profesionales de la salud, comparte la difícil tarea de proponer el acto solidario de donar los órganos y tejidos de los seres queridos fallecidos, a sólo minutos de ocurridos estos lamentables hechos. "Cada día trabajo para educar a más personas sobre el tema de la donación. Estoy orgullosa. La satisfacción es grande cuando una familia dice que sí a la donación y con ello nosotros (los coordinadores) nos convertimos en héroes anónimos", comenta Pinto y advierte que por sobre todas las cosas realiza su trabajo con la certeza de saber que hoy está de un lado y mañana puede estar del otro, como esas familias que han perdido a un ser querido. La criticidad es parte del contexto que vive Pinto cada vez que atiende los casos notificados al SPOT, y en medio de esas condiciones tiende un puente entre las instituciones de salud y las familias, a favor de la donación. "Aquí hacemos todo lo consagrado en las leyes y lo humanamente posible por salvar vidas. Lo positivo de conocer la voluntad de nuestros familiares se plasma en la rapidez del proceso para lograr la donación", dice la coordinadora, para quien la solidaridad también se evidencia en la celeridad del engranaje administrativo para la firma y certificación de los documentos necesarios para dar vida a otras personas. Una cadena de acciones profesionales y también de actos solidarios se mantienen en esta fase que atiende Pinto, ya que la colaboración para una donación efectiva se traduce incluso en conocer la ley, seguir el protocolo SPOT que inicia con la notificación obligatoria, tratar el turno quirúrgico para la extracción de órganos como una emergencia; y contar con la disponibilidad de tres médicos independientes por caso, no pertenecientes ni a la ONTV, ni al sistema, para la firma del acta de muerte cerebral según criterios neurológicos. Irina espera por un trasplante de riñón. Lo que más le preocupa a Irina Soler en este momento es saber qué pasará con sus estudios de quinto año del ciclo diversificado y con sus clases de viola en la Orquesta Sinfónica Infantil de Chacao, porque está segura que pronto recibirá el trasplante de riñón que necesita para vivir saludablemente. La confianza y determinación que muestra en la solidaridad de los que deciden donar los órganos de sus familiares fallecidos, ha sido fortalecida con el acompañamiento recibido de su mamá, su papá, su hermano, familiares cercanos y lejanos, vecinos y conocidos. La motivación ha estado del lado de esta joven de 16 años, de madurez sorprendente para su corta edad. "El apoyo familiar es fundamental, he conocido niños que ni siquiera son motivados a tomarse sus medicinas y las condiciones son difíciles; en mi caso son 4 horas de diálisis, 3 veces a la semana", comenta Soler mientras recuerda el cambio drástico de rutina que vive desde finales de marzo de este año. "Lo más importante es la donación de órganos y tejidos. Que las familias cuenten con más apoyo, que se hable más de lo que ocurre en las salas de diálisis", comentan sus padres, Guillermo Soler y Jazmila Márquez, al tiempo en que invitan a la sociedad a fortalecer el vínculo familiar para enfrentar cualquier situación adversa que se pueda presentar. "Si son compatibles, no duden de ser donantes". Juan José Guarda fue trasplantado de hígado en febrero de este año, y el donante de un segmento del órgano fue su primo Larry Trejo. La solidaridad visitó la vida de Juan José por diferentes vías, tanto que hoy ese valor tiene un significado completamente distinto al que tuvo hace algunos años. Después de diferentes tratamientos, Guarda llegó a Fundahígado y no sólo se consiguió con un equipo experto sino solidario. "Al llegar me sembraron más esperanza de seguir viviendo. Esas personas tienen el poder de alentarte, que es digno de admirar. Vi a los ojos de la doctora Dafne Del Valle en la primera cita y me dieron a entender que todo estaba bajo control". Con el diagnóstico de hepatitis autoinmune, el trasplante era la opción inminente de vida saludable, y los padres de Guarda y su hermana no resultaron aptos para ser donantes. Es ese el instante en que su primo Larry tomó la decisión de donar parte de su hígado. "Tuve miedo de perderlo. Juan es cantante y al regreso de una presentación lo vi vomitando sangre y le dije que le iba a dar lo que necesitara, que yo iba ser su donante. Él no quiso en principio porque mi hijo acababa de nacer. Fue una decisión grande, pero valió la pena", contó Larry. A la fecha, Larry y Juan José trabajan, están en perfecto estado de salud y conversan todos los días. "A las personas que lean esto les recomiendo que si son compatibles no lo duden, donen sus órganos. Juan José y yo nos vemos la cicatriz en la barriga y lloramos porque estamos vivos". "Abrazaré a mi donante al llegar al cielo". La genética de la familia Feliú trajo en su codificación el padecimiento de poliquistosis renal, un trastorno hereditario que vivieron las hermanas Nathalie y Mayra Feliú, durante 3 y 6 años respectivamente, hasta el día en que la donación de órganos facilitó sus trasplantes...

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