Decorar tiene su lado travieso

La biblioteca de María Cristina Rodríguez nunca ha sido aburrida. Los libros en los estantes comparten protagonismo con figuras de Batman, la Mujer Maravilla, Cruella de Vil y una docena de personajes. Desde que tiene casa propia se ha encargado de que ningún anaquel carezca de detalles curiosos, juguetes o imágenes de personajes reconocidos en el ámbito musical, cinematográfico e incluso de la política. No es diseñadora, pero desde pequeña le fascinan los juguetes, por eso no es casualidad que sus siete hijos compartan ese gusto. Su afición data de los años ochenta cuando vivía en Londres con su familia. En ese entonces comenzó a coleccionar muñecos y objetos que vendían en grandes tiendas como Harrods y Hamleys. Con historia. Los carros ingle ses de vapor son los más antiguos en su colección, tienen 30 años con ellos y aún funcionan. Para mí, los juguetes son verdaderas obras de arte, los guardo, los quiero y no dejo que nadie los toque, dice Rodríguez, aunque admite que sus nietos han roto algunas piezas. Su hija, del mismo nombre, es diseñadora y admiradora de la afición su madre. Asegura que poner juguetes sobre los muebles le da color y personalidad al espacio. Por tal motivo, en los estantes de la biblioteca las enciclopedias comparten espacio con los Beatles Âen sus versiones de Yellow Submarine y Sargent Pepper  As troboy, C3PO y otros personajes clásicos. Entre sus consentidos está la Barbie en versión Audrey Hepburn, que con su atuendo de Desayuno en Tiffany?s parece que saludara con coquetería a la figura de goma de Carlos Andrés Pérez que está a pocos centímetros de ella. Sin embargo, no sólo los ju guetes engalanan la estantería de libros. También se aprecian detalles icónicos como un carrusel, un saltamontes elaborado con ganchos de ropa, y las casitas de hojalata adquiri das en el mercado londinense de Covent Garden. En todos los rincones. La sala y los corredores no están ajenos a esa creatividad. La chimenea, en el salón principal, dispone de una repisa de madera con más de quince arcas de Noé de varios tamaños y acabados. La cantidad se debe a que familiares y amigos han contribuido con la colección, pues la casa se llama El Arca. En la parte de arriba de los...

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