Decreto de emergencia

Basado en el artículo comestible al que más sucumbo harina de maíz blanco refinada precocida enriquecida 70 gramos de sodio y 79 gramos de carbohidratos totales excelente fuente de hierro, vitamina A y complejo B comido con esmero y pechuga de pavo frente a las noticias del día basado en el artículo más preciado por las reinas de belleza de mi país atún en aceite vegetal, fuente enfática de proteínas y omega 3 orden irreductible del zar de la vanidad basado en ese otro artículo de sesgo filosófico y uso desmesurado ¿fue primero el huevo? ¿cacareó antes la gallina? que hoy se estrella contra los cielos del costo por docena basado, en fin, en los 52 productos de la cesta básica alimentaria y su carácter esquivo y su precio gaseoso hasta el escándalo y su talante clandestino y perecedero basado en que tenemos las mayores reservas de petróleo del mundo y de nada nos sirve, de nada nos alivia basado en el saldo de sangre que acumula el asfalto 90,2 asesinatos por cada 100.000 habitantes Jorge Carlos Gladys Carmen Marcos Marlene Martínez González Cualquiera basado en la prima, el mecánico, el vecino secuestrado en esa pistola invisible que apunta a todos los ciudadanos basado en cada frase de alambre de los exiliados en cada marzo sin hijo de los presos de conciencia en cada hombre pateado en el hígado de sus convicciones basado en la melancolía de los años perdidos en las generaciones arrasadas en la utopía como farsa y emboscada yo, que no ostento poder ni curul ni ejército, decreto mi emergencia cotidiana mi insurgencia contra lo perdido mi pliego de apetencias donde apunto, escribo y subrayo que seguiré agitando papeles rabiosos en los ojos de los que ya no tienen ojos y pronunciaré la hora que viene, el puntapié, la resurrección y recorreré el idioma hasta encontrar una playa íntima donde el país no sea este cansancio monumental donde mi parecer y tu decir puedan buscarse donde haya aire y fulgores y babel donde la cáscara del hambriento y los pies del que espera desaparezcan en la fatiga de los recuerdos vencidos.Yo que no poseo ni mando ni asamblea y ni siquiera seré obedecido decreto abolir el espanto de los espantapájaros suspender las esdrújulas mal habidas recuperar las linternas, el sosiego y tanto insomnio dilapidado allí donde ocurren la vida y sus despedidas, su bote de agua permanente, su cable roído y vertical.Hoy en este frágil enero de los comienzos declaro pertenecer a un país de hombres menesterosos corrompidos hasta el hueso...

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