El decreto de guerra a muerte

El decreto de guerra a muerte a la democracia se dibuja cada día. Los acomodos y reacomodos ejercidos por el desgobierno con sus fichas más resaltantes así lo demuestran. Fíjense en la designación del general Rangel Silva como ministro de la Defensa y del teniente Diosdado Cabello en la presidencia de la Asamblea Nacional. Se configura un cuadro de alta tensión en el país. Las declaraciones de ambos presagian densos nubarrones belicistas. Si a esto sumamos la sumi sión del TSJ, el CNE, la Contraloría y la Fiscalía General de la República, arman un tinglado obediente a las aspiraciones hegemónicas del comandan te. Sumen ustedes al escenario las comunas, que podrían...

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