La deformación democrática

¿Qué tienen en común Dilma Rousseff, Recep Erdogan, Michelle Bachelet, Vladimir Putin y Juan Manuel Santos? A pesar de ser personajes muy distintos, todos son gobernantes reelectos. Y la reelección es un hecho excesivamente frecuente que no debe ser tomado a la ligera. Casi todos los presidentes o primeros ministros en el ejercicio del poder tienden a ser elegidos para un mandato adicional. Sea de manera limpia y justa o de forma grosera y fraudulenta, como ha sido en Venezuela, el hecho es que, la mayoría de las veces, quien está en el gobierno tiene una ventaja muy grande sobre sus contrincantes a pesar de regirse por un método político supuestamente objetivo e imparcial. La democracia ha sido deformada por el mecanismo del voto porque no contó con el peso que adquiriría el Estado en el siglo XX ni con los infinitos recursos de manipulación y conformación del poder. En demasiadas ocasiones, la gente vota por el gobernante de turno solo porque depende de una bolsa familia que provee el Estado por definición, representante de lo público y no caudal de una persona o porque simplemente se acostumbra, como hubiera observado Bolívar, a obedecer.En los últimos años se ha moldeado una falsa corriente de opinión que opone el poder del dinero privado y el mercado a la bienaventuranza del Estado. La realidad es que lo que llaman mercado entendido, frecuentemente, como una persona con voluntad y llena de...

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