Delantero a la fuerza

El padre de Salomón Rondón tenía muy claro que, si explotaba bien sus características, su hijo tenía futuro en el fútbol. Tan claro, que le impidió pasarse al baloncesto y, bien entrada su adolescencia, le instó a abandonar la media punta para convertirse en delantero. No andaba desencaminado. Años después, Rondón es un fijo en las convocatorias de la selección vinotinto y apunta muy buenas maneras en una de las ligas más exigentes del mundo. En su debut en la Primera División, es el máximo goleador del Málaga, con 12 tantos en Liga y dos en Copa. Rondón se crió sin penurias en la barriada caraqueña de Catia, en el seno de una familia relativamente acomodada. En un país en el que deportes como el baloncesto y el béisbol dejan al fútbol en un segundo plano, él se calzó los botas bien pronto. Con cuatro años, entró a formar parte del equipo de su colegio, un centro privado de los Padres Escolapios. Hasta los 14 o 15 fui media punta, recuerda. Después, mi padre empezó a decirme que jugara de delantero. Ya era corpulento y él sabía que en Venezuela no hay muchos atacantes de esas características. Su progenitor, un profesor de química con una gran afición por el fútbol, se dedicó entonces a aleccionarle enseñándole videos de distintos arietes para que aprendiera sus movimientos. Así llegó a ser lo que es hoy; un poderoso punta de referencia, peligroso con espacios por delante, con un sensacional remate de primera y una calidad técnica más que aceptable para su envergadura. Se le ha llegado a comparar con futbolistas como Kluivert o Llorente. Indudablemente, es de ese tipo de jugador, a pesar de su tamaño no es nada torpe con el balón en los pies, explica Paco Jémez, técnico que le dirigió el año pasado en Las Palmas. Reconoce, no obstante, que téc nicamente tiene un margen de mejora importante. Algo me habrá quedado de cuando era media punta, señala el propio Rondón. Técnicamente soy bueno, pero casi todos mis goles son de remates. Siempre he dicho que tengo que mejorar en todo. Nada le ha resultado fácil a este forzudo de rostro juvenil...

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