Un delirante ignorantísimo

En el alud de generalidades barbulladas por el Presidente de la República para no responder ninguna de las preguntas formuladas en la rueda de prensa de este lunes, 9 de julio, se refirió a Arturo Uslar Pietri 1906-2001 como si fueran compadres. Partiendo de las palabras de Chávez, lo visitó al salir de prisión marzo de 1994, después de que Uslar había enviudado cosa que ocurrió en 1996, y hablaron largo, largo. Tanto, que el agudo animador de las fiestas patronales de Elorza detectó que Uslar era buen conversador, muy inteligente, nacionalista y hombre que amó a Venezuela. Porque solo quien ame un país como él lo amó, sentenció Chávez, pudo haber escrito Cantaclaro... obra de Rómulo Gallegos, que, por otra parte, no evidencia más afectividad con el país de la que pueda rezumar la obra literaria de cualquier autor en cualquier latitud. De manera que esta observación sobre Cantaclaro es, con todo respeto, una babiecada. El punto es que, según el indivi duo que más disparates ha aportado a la historia del bochorno nacional, él le preguntó a Uslar por qué había dejado de escribir... Un momento. Cómo pudo hacer Chávez semejante afirmación si Uslar publicó su columna Pizarrón en este diario hasta 1998. Pero, además, pocos años antes, en 1990, había aparecido su nove la La visita en el tiempo y en 1994 había salido de la imprenta su ensayo Del Cerro de Plata al camino extraviado. En suma, hasta 1998, un año después de haberse producido la reunión de marras, Uslar estuvo plenamente activo en la escritura. Pero donde radica la mentira más flagrante es en el tono que, según Chávez, empleó Uslar para dirigirse a él. Según el Presidente, Uslar lo miró y le dijo, en clave de consejo: Yo lo vi entrar a usted con una boina roja un día, ve a ver, comandante, cómo va a salir ahora de la escena. La verdad es que Uslar tenía una opinión no muy favorable de Chávez. En 1998, antes de las elecciones, cuando ya era evidente el ascenso del héroe del Museo Militar, el escritor me dio la siguiente declaración: Chávez es un oportunista. Es un hombre que hizo un gesto poco maduro, una tentativa de alzamiento fracasada, que en el desierto político y cultural de Venezuela le dio popularidad. No creo que tenga ninguna propuesta seria...

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