Democracia, autoritarismo y crecimiento

Donde el autoritarismo ve debilidades, el modelo democrático ve fortalezas. Así sucede con el tema de las diferencias, la oposición, la división de poderes, el ejercicio de controles, la rendición de cuentas.El autoritarismo privilegia la unidad sin resquicios, la igualdad sin matices, el mando y la disciplina, la voz única y el acatamiento silencioso. En economía, la centralización, la concentración, el secretismo. El modelo democrático, al contrario, se nutre de las diferencias, se enriquece con la diversidad, multiplica las perspectivas, facilita el ejercicio de los controles necesarios, estimula la participación y la transparencia, rectifica, corrige, se corrige. El equilibrio de las fuerzas explica y genera los ajustes. Las decisiones en ella no son fáciles ni unilaterales, no satisfacen siempre a todos, están sujetas a cambios y rectificaciones, se logran normalmente tras un proceso, a veces largo, de discusión y confrontación.La democracia americana, para citar un caso, se distingue por la combatividad de los partidos y un cierto grado pugnacidad que en muchos casos entorpece, incluso con las mejores intenciones, la marcha de proyectos claramente merecedores de respaldo. Esta diversidad de fuerzas y posiciones, sin embargo, sirve también de control y de instrumento para recoger la expresión de los grupos políticos y, en definitiva, de la ciudadanía. Los acuerdos parlamentarios son difíciles, pero normalmente se logran. Funciona la idea de que el poder es efímero y que lo que importa es la fortaleza de las instituciones. No sucede así en los países autoritarios, de poder omnímodo o de partido único, donde la disciplina anula la confrontación y el poder no tiene contrapesos, ni los del juicio público ni los de las instancias de control.La diferencia de visión se ma nifiesta al final en los resultados: con dificultades y tropiezos, unas economías avanzan de manera sostenible, corrigen sus desviaciones, alimentan la expectativa de cambio; otras, deslumbran por sus relámpagos de crecimiento pero al final tropiezan con su propia inflexibilidad y su escasa capacidad de rectificación. Estados Unidos, para volver al ejemplo, ha logrado ir superando una situación económica de tropiezos. Está...

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