A la deriva

El tipo no sabe manejar. Mete el freno cuando no debe, acelera en el peor momento, no tiene control del volante, se atora cada dos segundos con la caja de cambios de velocidad. Aparte, también tiene otros problemas graves. Va en reversa cuando debe avanzar, se lanza a contramano y no le importa, no respeta ni un semáforo, trae el autobús totalmente abollado. Lleva siete meses detrás del volante y ya las estadísticas son alarmantes. Va de accidente en accidente y de abismo en abismo. Conduce como si la fatalidad fuera una meta.Pero el tipo dice que no. Dice que es mentira. Que es pura paja. Que la culpa no es suya. Que todos los otros conductores la tienen cogida con él. Que lo atacan, que lo embisten, que no lo dejan manejar en paz. Asegura que la culpa también es de las leyes de tránsito. Que están mal hechas. Que no sirven para nada. Después de mucho ajetreo, y a través de trampas, argucias, y complicidades, el tipo por fi n logra que le permitan manejar de la manera que él quiera; le dan la posibilidad de cambiar las señales, de prohibir la existencia de otros automóviles, de quitar y poner calles o aceras, de controlar todos los fi scales... El tipo sigue siendo un desastre. Maneja cada vez peor. Pero él cree que se ve menos. Que casi no se nota.Al menos, por ahora.La habilitante es un espejismo.Promueven la fantasía de que el país puede ser un mall eternamente en oferta. Resucitan el viejo sueño del país rico donde no hace falta trabajar sino saber consumir. Maquillan la infl ación para ver si pueden llegar a salvo al 8 de diciembre. Desde el Estado, han lanzado una campaña electoral efi caz. Si quieres comprar barato, vota por nosotros. La habilitante es un espejismo perversamente fraguado.Le otorga un sentido al absurdo.Hay que guardar todas las declaraciones de todos los funcionarios, denunciando la guerra económica, hablando como si la autoproclamada revolución hubiera empezado ayer.Después de 15 años y de miles de millones de dólares, ningún gobierno es una víctima.Pero la habilitante también es un poder real. Consolida la posibilidad de implementar procedimientos de control y de censura. Mientras fluye el espejismo consumista, el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR