Los desacralizadores del arte

Desde que Marcel Duchamp lanzó la moneda al aire al colocar una rueda de bicicleta atornillada a una banqueta, firmarla e instalarla en una galería en 1913 para interrogar acerca del poder que las instituciones ejercían sobre las concepciones de obra de arte, esa moneda no ha dejado de dar giros. El objeto cotidiano trasladado al espacio expositivo por quien se considerase artista constituía una reacción irónica y frontal hacia aquella elevación del objeto a su condición de arte. Asimismo y algo a lo que el historiador del arte Ernst Gombrich catalogó como simple moda, en el siglo XX se han perpetuado la heterogeneidad, sincronía, migración y transferencia de contenidos como característicos de las prácticas artísticas.Ella tiene el culo caliente Elle a chaud au cul es el significado escondido tras las siglas L.H.O.O.Q 1919 título acuñado por Duchamp para la intervención que hizo de una reproducción barata, tamaño postal, de la Mona Lisa dibujándole bigote y barba. Ha desacralizado un icono del arte renacentista: imagen y título remiten a múltiples contenidos críticos que, en suma, ridiculizan e ironizan esa fetichización con que el mundo artístico ha tendido a cobijar determina das obras así como a sus autores. Estos son sólo un par de ejemplos de antecedentes que formaron las bases críticas e investigativas al movimiento que posteriormente surgió bajo la prédica apropiacionista.Detrás de una imagen siempre hay otra Pictures fue una exposición organizada en 1977 por el crítico de arte Douglas Crimp en New York. Su idea era demostrar que una imagen siempre escondería otra y que recontextualizarla implicaba no parecerse a la obra previa sino deslastrarla de su antecedente tiránico.Sus artistas invitados fueron Tony Brauntuch, Jack Goldstein, Sherrie Levine, Robert Longo y Phillip Smith. Y aunque la idea de apropiarse o plagiar no era nueva, se considera que Pictures formó cimientos para un conjunto de estrategias de préstamos intencionales, copiados, imitaciones y alteraciones de imágenes existentes que desacralizaban a la obra y a su autor, cuestionaban el poder de las imágenes predominantes dentro de la sociedad de consumo y, sobre todo, planteaban una dura crítica a las instituciones. Formas de resistencia que, paradójicamente, han legitimado las diferencias desde dentro del propio sistema.El pasado y el presente con fluyeron en formas visuales que mediante el uso de la cita y de la cita de la cita establecieron las estrategias discursivas...

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