Por desidia estatal crecen las mafias en las minas del Alto Paragua

"Desde hace diez años soy minero y nunca había estado en una mina de donde brotara tanto oro", afirma el hombre que salió de Manasa, la bulla más reciente descubierta en el Alto Paragua, donde el 9 de enero hubo por lo menos seis muertos en un enfrentamiento entre bandas armadas. El individuo asegura que presenció los hechos: "Los 24, que son unos colombianos también conocidos como Los Negros, se enfrentaron con Marco Polo, que es ficha de Wilmito, el que era pran de la cárcel de Vista Hermosa. A punta de pistola, Los 24 estaban desalojando a la gente de las zonas de la mina donde había más oro; se metieron con uno de la banda de Marco Polo y al día siguiente se enfrentaron a tiros". Ambos grupos delictivos son conocidos en todo el sur del estado Bolívar, pues se trasladan constantemente por la zona para apoderarse de las nuevas bullas mediante la fuerza y el terror. "Yo los he visto en Tumeremo y en el kilómetro 88. Nadie puede con ellos. Tienen tanto dinero que pueden pagarle a cualquiera para continuar mandando en las bullas", afirma otro minero, que también estuvo en Manasa y 15 días después de los homicidios asumió el riesgo de regresar por picas abiertas en los bosques, ya que la mina permanece militarizada.

El general del Ejército Julmer Román Yépez Castro, comandante de la V División de Infantería y Selva y del Teatro de Operaciones Número 5, no permitió el acceso de la prensa para ver en qué estado se encuentra la mina Manasa, pero negó que allí hayan muerto seis personas y que ahora esté siendo explotada por militares, como afirman algunos indígenas. "Entramos en las minas y destruimos los campamentos donde vive esa gente en condiciones infrahumanas, inhabilitamos los motores con disparos o con C-4, según relató un minero y cortamos las mangueras... todo lo que está previsto en la Ley Penal del Ambiente; pero la ley no permite la detención de las personas. A pesar de los puestos de control que tenemos en el río, ellos se meten por los caminos verdes", confirmó Yépez Castro. El militar trató de explicar las dificultades que afronta para ejercer control militar en la zona minera: "Estamos hablando de 480 kilómetros cuadrados de selva". La impunidad de los grupos delictivos instalados en las minas agrava la situación. Transcurrido mes y medio de las muertes en Manasa, el Ministerio Público no ha informado sobre los resultados de las investigaciones.

Entre la suerte y la muerte. "Todo el mundo come de la minas", dice el conductor de...

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