El despertar del gigante asiático reconfigura el sistema internacional

Dejad que China duerma porque cuando despierte, el mundo temblará, dijo Napoleón Bonaparte sobre el país asiático. Dos siglos después el gigante está despierto convertido en la segunda economía del mundo luego de destronar a Japón que por 42 años mantuvo la presea plateada en el ranking económico mundial.La fórmula, en el postmaoís mo, para la consolidación de China como potencia emergente es la apuesta total por la globalización económica y diplomática, la subordinación selectiva al orden jurídico mundial mediante la adhesión a los instrumentos internacionales, tales como la aceptación de la Corte Penal Internacional; y la crítica al sistema político de Occidente, sobre todo ante temas sensibles como la democracia y los Derechos Humanos, a los que considera individualistas.China también hace punto de honor en asuntos relativos a su soberanía haciendo énfasis en aquellos aspectos que toquen su sensibilidad nacionalista. En noviembre pasado, El Tercer Pleno del 18 Comité del Partido Comunista de Chi na se reunió para discutir una veintena de audaces medidas en procura de profundizar su revolución económica en la que el mercado pasa a tener un papel decisivo. Esta nueva fase supone la aplicación de un conjunto de acciones para liberalizar el mercado, afianzar la función del sector privado en la economía y la creación de un Comité de Seguridad Estatal. En otro ámbito, se flexibilizará la política del hijo único, se reducirá la aplicación de la pena de muerte, unificarán los sistemas de seguridad social rural y urbano y se prevé la abolición de la reeducación a través del trabajo.Se trata sin duda de una nueva vuelta de tuerca al proceso iniciado en 1978 que incide en la constatación de un modelo económico con más espacio para el mercado y la economía privada. Esto no quiere decir que el PCCh renuncie a dirigir la economía. Sin dejar dicho papel, abrirá más juego a otros actores, dijo Xulio Ríos, director del Observatorio de la Política China en España.Luego de cuatro días de cón clave, se calculó que en siete años las empresas públicas de China deberán revertir 30% de sus beneficios al Estado para incitar un proceso de privatización parcial e incentivar la apertura en la mayoría de los sectores económicos y comerciales del país, flexibilizarán las restricciones impuestas a las firmas extranjeras, se...

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