Después de las elecciones

Antes de las elecciones del 26 de septiembre la incógnita era elemental. ¿Cuál de los dos bandos en pugna contaba con mayor apoyo popular? La pregunta que nos hacemos ahora es otra, y como desde hace 11 años Venezuela también es otra, se trata de una pregunta inaudita: ¿quién ganó las elecciones? Según las cifras oficiales, el PSUV obtuvo 5.423.324 votos; la MUD, 5.320.364, y el PPT, 353.979. Si sumamos los votos de la MUD y el PPT, la oposición superó al chavismo por 261.019 votos. Un equilibrio político casi perfecto, aunque a favor de la oposición. En cambio, si sólo nos fijamos en la distribución de los escaños parlamentarios, nos encontramos con una situación muy diferente. El PSUV, 98 diputados; la MUD, 66, y el PPT, 2. Una sólida pero a la vez incomprensible victoria oficialista, porque ¿cómo se explica uno que habiendo obtenido un número algo menor de votos, el PSUV haya conquistado 32 puestos más que la MUD? ¿Qué significa el hecho de que en el Distrito Capital la MUD obtuviera 484.849 votos y el PSUV 484.103, pero que el chavismo, a pesar de haber perdido, haya ganado 7 diputaciones y la MUD sólo 3? Exactamente lo mismo que ocurrió en el estado Miranda, donde el PSUV, a pesar de haber recibido un tercio menos de los votos depositados a favor de la MUD, se alzó con idéntico número de diputados que la oposición.

Peor aún en Carabobo, donde la MUD ganó por 96.000 votos, pero el PSUV se quedó con 6 de las 10 diputaciones que estaban en juego.

De acuerdo con este perverso disparate electoral, podríamos señalar que en votos populares la oposición es mayoría, pero que Chávez, gracias al ventajismo oficial en todos los frentes y gracias al fraude legal ejecutado por el Consejo Nacional Electoral a finales del año pasado para favorecer a Chávez con la reorganización territorial y poblacional de numerosos circuitos electorales en función exclusiva de sus tradicionales preferencias electorales, le ganó a la oposición en votos electorales.

No obstante esta trampa, el carácter implacable de los números nos revela un nuevo significado. Si bien existe confusión a la hora de determinar quién ganó de verdad, verdad estas elecciones, nadie puede ignorar quién las perdió.

En las elecciones presiden ciales de 2006, Chávez fue reelegido con 7.273.823 votos, demostración de un gran respaldo popular, a pesar de las manipulaciones de todo tipo que se hicieron y del posible manoseo electrónico en las últimas horas del escrutinio.

Chávez contaba...

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