Tenemos una deuda con las compañías de danza independientes
En septiembre de 1952 Alejo Carpentier describió en su columna Letra y solfa, que publicaba en El Nacional, los gustos del pú blico caraqueño en torno al ballet: Está por lo clásico, por la Academia, y, en principio, siente una vieja aversión por Isadora Duncan y todas las bailarinas que salen a bailar con los pies desnudos. Esa fue la Caracas Âconservadora y recatada que poco después vería el nacimiento de Alice Dotta. Muchos la conocen como una de las figuras más influyentes de la política cultural oficial por su cercanía a Farruco Sesto y sus más de 10 años al frente de organismos culturales del Estado, como el Instituto de las Artes Escénicas y Musicales, la Compañía Nacional de Danza y la Fundación Teatro Teresa Carreño. En la actualidad dirige simultáneamente estas dos últimas instituciones. Su preparación como bailarina comenzó a los 7 años de edad en la academia de las profesoras Casale y Carosio. Aprendíamos a hacer ballet en piso de granito, recuerda. A esos primeros años se sumó una formación que evolucionó con los nuevos giros estéticos. Terminó sus estudios de ballet clásico en Génova, Italia. A su regreso estudió Biología en la UCV e ingresó en el Taller de Danza de Caracas de la mano del Negro Ledezma, a quien reconoce como su principal maestro. Luego viajó a California, Estados Unidos, para obtener su licenciatura como intérprete y coreógrafa en danza contemporánea. Hubo un grupo de bailarines que tuvimos que salir para informarnos más y tener otras referencias. Sin embargo, lo bonito fue que todos regresamos para devolverle al país lo que habíamos aprendido, señala. Entre los principales aciertos que se le reconocen a Dotta, magíster en Gestión Cultural por la Cátedra Unesco, están la creación de la Compañía Nacional de Danza con sus elencos de danza contemporánea y tradicional, así como el Festival de Solos y Duetos. No obstante, quienes adversan su gestión llaman a revisar la calidad de estas iniciativas, así como sus consecuencias presupuestarias para los grupos independientes. También cuestionan que ejerza dos cargos públicos al mismo tiempo. Pero muchos le reconocen una postura de más apertura y entendimiento, así como la cualidad de ser una constante trabajadora. Ella es una de las pocas funcionarias que contesta el teléfono, expresó una bailarina. --La Compañía Nacional de Danza fue un proyecto impulsado por usted. ¿Cuáles cree que han sido sus princi pales aciertos y qué falta por hacer? --Es indudable que los...
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