Dibujo libre

La oposición comenzó a tener importancia cuando se manifestó de manera coherente. De un tiempo sin contribuciones concretas, llegó hasta el actual capítulo de realizaciones mediante las cuales se presenta como una referencia no solo capaz de aglutinar la vo luntad de multitudes de venezolanos, sino también de indicarle al gobierno que no puede hacer con el país lo que le venga en gana. El resultado de las últimas elecciones presidenciales testimonió la existencia de una inmensa cantidad de ciudadanos, cerca de la mitad del electorado, motivada por la oposición y dispuesta a seguir sus estrategias para la toma legal del poder. De los trabajos de la oposición ha surgido un liderazgo de nuevo cuño, o se ha mantenido una dirigencia proveniente de las luchas de la democracia representativa, gracias a los cuales se demuestra la persistencia de cabezas confiables en el manejo de la política frente a un régimen arbitrario y sin escrúpulos. La forma desmedida de gobernar, los inclementes usos de la revolución para la imposición de sus caprichos, avalan con creces la interpretación en torno a las cualidades de los organizadores de la fuerza que se ha levantado contra los desmanes del chavismo y del madurismo, hasta llegar a su relativa consistencia de nuestros días.Pero no fue así al principio. Las primeras reacciones contra la revolución se caracterizaron por la intermitencia y por la dispersión, por la vacilación propia de los primeros pasos, por ideas y planes sueltos que desembocaron en fracaso; por el predominio de individualidades que condujeron a aparatosos descalabros, entre ellos la idea peregrina de abstenerse en unas elecciones parlamentarias, la genialidad de apoyar la candidatura presidencial de Arias Cárdenas y el pecado capital de involucrarse en una deplorable aventura golpista. Fue milagroso que pudiera la oposición levantar cabeza después de semejantes disparates, pero lo hizo hasta llegar a su situación de la actualidad. No ha logrado el propósito de controlar el poder nacional, pero ha ganado o mantenido espacios en las regiones y ha dado la cara con valentía en la Asamblea Nacional y en las legislaturas estadales, después de sortear infinitos escollos. Ha perdido el fuelle de hace poco, se le ha desvanecido el ánimo en las últimas campañas, muestra síntomas de...

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