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El difícil oficio de ser árbitro en Venezuela

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Vincent

Ubencio Rangel era, a juicio de quienes le conocieron, un buen ser humano. A los 31 años de edad, Rangel quería trascender en el mundo del arbitraje. Su otra pasión, el turismo, la dejó estacionada mientras trabajaba en la dependencia de la Gobernación de Mérida encargada de velar por el estadio Metropolitano de esa ciudad. Lamentablemente la vida se le terminó muy pronto cuando recibió cuatro impactos de bala que terminaron costándole la vida hace menos de dos semanas. Al momento de su terrible partida, Rangel no contaba con un seguro de protección por parte del Colegio Nacional de Árbitros CNA. Quedaremos como los que no hicimos nada. Pero justamente en estos momentos estábamos tramitando ese seguro de trabajo para los árbitros. Al menos uno que esté asociado al seguro social, dijo Bernardo Corujo, presidente del ente. Para mayor colofón, uno de los que planteó la necesidad de tener ese seguro fue el propio Rangel. Habíamos tenido proble mas con el seguro anterior y estuvimos funcionando sin él, agregó Corujo. En efecto, es un gran riesgo tomando en cuenta que los árbitros tienen una actividad física y además, cumplen con oficios adicionales para subsistir. Los gastos funerarios de Rangel los cubrió la gobernación de Mérida, su otro empleador. A revisar. Pero los problemas van más allá. A diferencia de sus pares en otras disciplinas del país, los jueces en el país usualmente se movilizan por tierra y los viáticos se asignan según la cantidad de kilómetros de distancia entre su ciudad de origen y el sitio del partido. Varias veces tuve que pagar un boleto aéreo para llegar a tiempo a mi trabajo, dijo el ex árbitro Lenín Rodríguez. Otros jueces activos ven con buenos ojos cualquier reivindicación, aunque temen hablar por represalias. Promediando el pasado tor neo, hubo una serie de críticas en torno a las actuaciones arbitrales en el fútbol nacional. Cayeron justo cuando el CNA organizó unos cursos en Barquisimeto en los que estuvo el argentino Horacio Elizondo, quien pitó la final del Mundial del 2006. Hay alternativas. Tanto el CNA, como la propia Federación Venezolana de Fútbol deberían...

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