Dilema republicano frente a las minorías

El Partido Republicano falló. La organización se había preparado para recuperar el poder que la promesa de cambio del ex senador por Illinois Barack Obama y la crisis financiera le arrebataron en 2008 pero quedó en el camino. Ahora deberá proponerse una estrategia para 2016, adecuada a la realidad demográfica del país, centrada en la conquista de minorías por las que hoy no apostaron. El 6 de noviembre golpeó a los conservadores. No conquistaron la Casa Blanca, no arrebataron a los demócratas el Senado y solo retuvieron la mayoría en la Cámara de Representantes, aunque perdieron tres escaños. La catástrofe no es tan grande como se pinta. Cuenta con una base electoral considerable. No es un partido muerto, alertó Antonio Caño en El País, de Madrid. Mantuvo el control de la Cámara Baja lo que le da poder, alertó Steven Schier, profesor del Carleton College. El debate interno llegará. De ben mirar a las parlamentarias de 2014 y 2016 las presidenciales; la apuesta es el centro que Mitt Romney intentó cautivar. Tiene que ajustar su mensaje y sus candidatos a la realidad demográfica estadounidense, donde ganan espacio los latinos, los asiáticos y los nuevos votantes. También una mejor organización, indicó Schier. Deben gestionar...

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