Dilma en Estados Unidos

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, cumple esta semana una visita de cinco días a Estados Unidos. Puestos los brasileños a pensar sobre las características de la visita en sus negociaciones con la secretaria de Estado, llegaron al acuerdo de hacerla como visita oficial y no de Estado. Esto dio pie para especulaciones protocolares que no interpretan bien el interés primordial de Brasil y el de los mismos anfitriones. A la doctora Rousseff el protocolo la tiene sin cuidado y prefiere una visita más flexible, más contemporánea, más de negociaciones que de declaraciones rumbosas y de besamanos en la Casa Blanca.

En primer lugar, los diálogos con el presidente Obama se concretaron a las cuestiones fundamentales de la relación bilateral, a las negociaciones económicas, a la revisión política del entorno hemisférico, pero paralelamente a los asuntos globales. Estados Unidos pensó siempre a Brasil como un interlocutor privilegiado en nuestra región. Pero sucede que más allá de lo que Estados Unidos pudo haber previsto, el desarrollo de Brasil y la consolidación de su sistema democrático le otorgan un status que trasciende la escena hemisférica. Brasil es la sexta economía del mundo, ya se sabe. La señora Rousseff acaba de regresar de la cumbre de los Brics, celebrada en la India. Si nos tomamos el trabajo de leer los documentos de este evento, podemos imaginar los diálogos entre Obama y la Presidenta. Ya no puede verse a Brasil como un protagonista exclusivamente latinoamericano. Tiene connotaciones globales, y los planteamientos de la Cumbre de la India fueron de tal...

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