Diputados y opositores resistieron la represión de GNB, PNB y colectivos

No pueden marchar, no tienen permiso para entrar al municipio Libertador aunque sean diputados. Si quieren protestar, vayan a Chacaíto. Con esa advertencia de un funcionario de la PNB, que llevaba un megáfono, comenzó la escalada represiva que impidió la marcha opositora que estaba previsto que llegara a la Asamblea Nacional para respaldar la sesión convocada para destituir a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia que emitieron las sentencias 155 y 156, que despojan a los diputados de inmunidad y al Parlamento de sus competencias.Los primeros en ser atacados por la PNB fueron los diputados Luis Lippa y Marco Bozo.Un grupo de 10 policías armó un cordón de seguridad y los empujó con sus escudos hasta sacarlos del perímetro. Los funcionarios se comportaron de manera grosera, violenta y hostil. Acusaron a los parlamentarios de violar la ley.La intensidad de los ataques fue creciendo. A las 10:50 am, cuando llegó una comitiva de parlamentarios de Primero Justicia, detonaron bombas. A las 11:00 am, cuando acudió Julio Borges, junto con Henrique Capriles, el olor era más fuerte y la gente comenzó a correr.Minutos más tarde, con la llegada de la representación de AD, los gases fueron más fuertes, pero se negaron a abandonar la Libertador.Ante el bloqueo de la GNB y la PNB en Los Cedros, un grupo decidió caminar por la parte inferior de la avenida, a los que se sumaron los diputados José Manuel Olivares y Juan Mejía.Julio Borges, Henry Ra mos Allup, Marian Valero y Richard Blanco intentaron mediar para evitar que continuara la violencia y lo que recibieron como repuesta fue la violación de su inmunidad parlamentaria. Fueron rociados con lacrimógenas. En ese grupo también estuvo el gobernador de Miranda, Henrique Capriles.Mitzy Capriles de Ledezma informó: Richard Blanco fue atacado despiadadamente por las fuerzas castrenses, que le lanzaron varias bombas lacrimógenas en el rostro. Actualmente se encuentra en cuidados intensivos, pues presenta un cuadro respiratorio complicado.Al mediodía la hostilidad lle gó a su máximo punto. Los ciudadanos, cansados del bloqueo de los cuerpos de seguridad, intentaron romper el cordón policial y recibieron como repuesta gases lacrimógenos. Se apoyaron de las paredes para poder avanzar, lloraban y se untaban crema dental en la cara para calmar el ardor producido por los gases.No obstante, otro grupo res pondió a las agresiones de los funcionarios. Lo hicieron con palos, piedras y todo material que pudiera...

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