Lo que se divisa

Un barrio caraqueño.Día del niño. Las autoridades políticas no apoyan ningu na celebración. Instituciones particulares, Iglesia presente incluida, no disponen de recursos para hacer lo que por muchos años hicieron.Algunas familias se reúnen y ponen en común sus pequeños capitales para la fiesta.A ellas se adhieren los mala conducta que sí tienen cómo y entre todos ponen en marcha juegos y diversión. Aparecen varios miembros de la GNB en una patrulla buscando, se supone, a unos delincuentes.La gente sospecha que vienen por los que están en la alegre reunión. Se cierra en torno a ellos y agrede a los efectivos con piedras y palos. Los importunos visitantes huyen a toda prisa con la patrulla maltrecha y los vidrios rotos.Una larguísima y nutridí sima cola ante un supermercado. Efectivos de la GNB intentan poner orden con los métodos que les son habituales. La muchedumbre no obedece con facilidad. Un oficial grita: Ustedes son unos salvajes y por eso nosotros tenemos que caerles a tiros. Disparan al aire. La gente no se asusta y agrede verbalmente a gritos y con gestos a los guardias. No los respeta ni los teme. Tanto en un caso como en el otro, el poder parece estarse desplazando de las decadentes autoridades, los uniformes y las armas a la gente agrupada, no necesariamente organizada, unida espontáneamente hacia la consecución de un mismo propósito vital o en torno a una actividad común.¿El régimen lo percibe? Su...

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