Los dolores son aliados del bienestar

El dolor no es un enemigo de la salud. Muy distinto a eso, es un amigo: de no ser por esa sensación desagradable que aleja del peligro por ejemplo, de las quemaduras y heridas y alerta cuando algo está mal en el organismo, el tiempo de vida de los humanos sería cosa de pocos años, si acaso.Esto no quiere decir que so portar dolores prolongados sea lo correcto, como tampoco lo es aliviarlos inmediatamente con analgésicos, explica Luis Parada, médico presidente de la Asociación Venezolana para Estudios del Dolor: Automedicarse es común en nuestra sociedad, pero no es lo idóneo, pues atenuar un dolor puede enmascarar a la vez un cuadro delicado. La evaluación y el diagnóstico permiten entender qué produce el síntoma y buscar un alivio integral.El dolor, de acuerdo con su origen, puede ser agudo del tipo que despierta un pinchazo, una caída e inclusive una cirugía: estímulos inmediatos, o persistente, que es prolongado en el tiempo e involucra cambios conductuales, como la depresión, decaimiento o falta de apetito, entre otros. Repentinos e inevitables, los dolores agudos son directamente proporcionales a la intensidad del estímulo; no es el caso de los persistentes, que no necesariamente representan la gravedad del problema base. Sin embargo, los dolores se sienten, se toleran y se expresan de formas distintas, dependiendo de la edad, el sexo y también la cultura, señala Parada. Eso explicaría por qué dormir en una cama de clavos es una anécdota para un faquir, pero una noche sobre un resorte mal dispuesto en un mullido colchón puede ser una odisea para una embarazada.Cuestión de tiempo. Si bien au tomedicarse no es una opción, tampoco funciona aguantar valientemente una molestia por más de 72 horas, particularmente si se desconoce qué la causa. Después de ese tiempo, es urgente consultar con el médico familiar o algún especialista de confianza, subraya. Sensación de tirantez, tensión o dolor en articulaciones y músculos en espalda y extremidades pueden representar desde una inflamación pasajera de un nervio hasta una lesión severa, muchas veces causada por el paso de los años.No es cierto que hay que en vejecer con dolor, pero con la edad cambian capacidades como la flexibilidad, velocidad, coordinación y equilibrio y eso juega en contra de las personas, especialmente si no se practican ejercicios físicos, indica Parada, cuya especialidad es la fisiatría. Una consulta oportuna permitirá...

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