Dos propuestas narran visiones de la estética

Lo actual es el epitafio de lo que solía ser un país. Y se escribe en el más rotundo desamparo, en el que la búsqueda por la comida, la supervivencia, se convirtió en la línea principal.

Pero existen quienes desean hacer de este barco a la deriva un acto de reflexión. Aún miran la bondad donde ahora habitan los huecos y la suciedad; aún creen en el poder inefable de la naturaleza y en la posibilidad de persistir. Una de ellas es la artista Zeinab Bulhossen, que lo manifiesta a través de su muestra Belleza crítica, que fue inaugurada el domingo en el G6 de ABRA Caracas, en el Centro de Arte Los Galpones.

La propuesta incluye fotografía, acciones y registros con los que Bulhossen –sin discursos ideológicos ni activismo– hace una denuncia poética del descuido de los servicios públicos, de la vegetación y el mal uso que de ellos hace el ciudadano.

“Desde los años noventa mi proyecto ha sido el país. No quise irme nunca, así que todo lo que acontece aquí es materia para investigar y es una manera sensible de conocer. Yo no muestro la belleza como un concepto frívolo o superficial, sino de una manera reflexiva. En un país donde no hay cuidado por nada, lo que todavía está es porque es una tierra de gracia”, afirma la artista.

Así trabaja con los troncos de los árboles, las hojas –que estampó con sello de tinta–, las flores que circundan los huecos...

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