Elogio a la confusión

El miércoles en la noche tocaron a mi puerta. No fue un clásico toc, toc porque la puerta es de metal y suena, más bien, como un eco vacío que no cabe en ningún monosílabo. Era Alí Terán, el ve cino del 7-C. Traía puesta una camisa roja y una sonrisa ancha. Venía buscando a un confundido.Lo soltó dos segundos después de sentarse en el sofá.Dijo Alí Terán: El compañero presidente obrero Nicolás nos ha mandado a ir casa por casa, a conversar con los confundidos. Y dije yo: Mejor hablamos de los efectos de la piña en el intestino grueso. Y Alí, entonces, marcando con sus dedos en el aire el signo de las comillas, respondió: El compañero presidente obrero Nicolás dice que tenemos que llevar nuestra verdad a los confundidos. Y yo respondí: Creo que los Cardenales vamos a ganar esta temporada. ¿Ya viste cómo estamos jugando? Ya se sabe: todo fanatismo religioso es genéticamente sordo. No tiene capacidad natural para escuchar otras voces. No las tolera. Sus anticuerpos, de manera inmediata, atacan y descalifican, neutralizan o eliminan cualquier otro sonido distinto del aplauso o la ovación. Cuando por séptima vez el vecino insistió, repitiéndome que el compañero presidente Nicolás, como un buen pastor obrero, revolucionariamente preocupado por su rebaño, los había mandado a convencer a los confundidos y confundidas de la patria, ya no me aguanté. Estallé. Como estalla cualquiera. De repente. Apretando los cuarenta y dos músculos de la cara y echando vapor de agua por los oídos.Por supuesto que estoy confundido, grité. Y cada día me confundo más, además. Volví a gritar, sin preocuparme por la rima. ¿Sabes por qué? El vecino solo alcanzó a parpadear. No tenía whisky ni vino, ni siquiera cerveza. Pero le ofrecí café. ¿Te acuerdas de cuando Maduro era candidato?, le pregunté. Prometió que iba a derrotar y a vencer al dólar paralelo. ¿Sabes a cuánto está el dólar paralelo hoy? Alí bajó la voz, pero ensayó una defensa: el compañero presidente obrero Nicolás dice que el dólar paralelo no existe, que es un fantasma. Un silencio cruzó como una pedrada. ¿Y a ti eso no te parece confuso? Traté de hacer un...

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