Empezando por la cantina escolar

Un niño malnutrido será un adulto enfermo. Obesidad, anorexia, bu limia, diabetes y un larguísimo etcétera sólo pueden prevenirse enseñando hábitos alimenticios correctos a temprana edad, y sólo existen dos lugares donde podemos indicarles cómo a comer bien a esos niños: la casa y la escuela.En el caso de la escuela hablamos de 14 años en los que la cantina es el gran entrenador de hábitos. Un colegio tiene la obligación de educar aunque suene obvio y la educación nutricional es parte de esas obligaciones, por lo que, cuando la cantina pasa a ser un aula más, dedicada a educar en nutrición, los cambios que pueden lograrse son tremendos.Entrevisté a la nutricionista Rosa Benítez @rosabenitezr para mi programa de radio Diario de un Chef . Ella ase sora ocho cantinas escolares de Caracas y el enfoque educacional que explicó nos pareció muy interesante por su pragmatismo. Más que buscar el clásico acercamiento punitivo-flagelante, apela a la educación de los padres y a entender los ritmos de los chicos. Lo que continúa es un resumen de los cinco puntos más resaltantes de esa entrevista.Los dos días de parada: han implementado que dos días a la semana no haya nada frito.Obviamente algunos niños lo resienten al principio añorando las frituras a las que se han acostumbrado por rutina, pero igual terminan desayunando y además saben que es temporal. Comienza así un proceso de educación que no habían tenido hasta entonces y que será fundamental en su adultez. Lo más interesante es que con el día de parada se ha enseñado a las cantinas a tener variedad y esa variedad de platos se amplía también a otros días que ya no son de parada, una vez que el dueño de la cantina escolar entiende que esa variedad es posible de implementar.La variedad es el secreto: pasar de dos platos que generalmente son frituras a ofrecerle al niño aproximadamente diez ha sido una de las medidas más interesantes del equipo de Rosa Benítez.Se pensó como medida para ampliarles la oferta a aquellos niños que ya poseen refuerzos educativos en el hogar, pero la primera sorpresa fue descubrir que si se colocaba una oferta de frutas ¡estas se acababan! De repente, junto a los niños comiendo tequeñón había otros tantos con un cambur en la mano.El trauma muchas veces es de los padres: cuando en una cantina un niño pide una bebida industrial altamente cargada en azúcar y se le dice que lo que hay es jugo de mango es asombroso ver la facilidad con que dice Ah bueno. Entonces dame eso.Sin...

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