Cómo las empresas pueden subir los precios con inteligencia

¿Qué pueden hacer las empre sas para que sus clientes paguen más por sus productos? Es una pregunta que ninguna compañía quiere hacerse. Si suben los precios en medio de una economía débil se arriesgan a marginar a los clientes, a los que necesitan más que nunca, y las hacen vulnerables ante la competencia.Sin embargo, no tienen muchas alternativas. El costo de fabricar bienes de consumo y llevarlos a las tiendas ha registrado un continuo ascenso. Y muchas de las viejas estrategias para reducir costos, como la tercerización, se han vuelto menos efectivas en términos económicos y más impopulares en términos humanitarios.Transferir los costos a los clientes y a la vez mantenerlos felices es un acto de equilibrismo, pero es posible. A continuación algunos errores comunes y alternativas inteligentes para elevar los precios.No recorte las promociones En apariencia, parece una bue na idea. Un alza de precios es obvia apenas el cliente ve un producto en la tienda. Así que, ¿por qué no mantener el precio y hacer algo que quizás no se note tanto, como reducir los cupones, ofertas especiales y otros descuentos? El problema es que los clien tes sí prestan atención. Nuestra investigación revela que los compradores ponen mucho más énfasis en los cupones y descuentos de lo que las compañías creen.La gente no suele saber el precio exacto que paga por un producto, pero tiene una fuerte percepción de si algo fue un buen negocio. Los compradores basan ese juicio en la frecuencia con la que una tienda o marca ofrece descuentos. Las ofertas también ayudan a las empresas a retener a los clientes que necesitan las rebajas.Cuidado con bajar la calidad A veces, las empresas tratan de recortar costos bajando la calidad de su principal línea de productos.O mantienen alta la calidad de su marca principal pero introducen una línea más barata y de menor calidad para satisfacer a los compradores menos acaudalados.Pero esta medida probablemen te se vuelva en su contra. La gente puede acabar comprando sólo la marca barata, perjudicando las ventas de la tradicional.Otra iniciativa que no sue le tener éxito es reducir la cantidad de producto que recibe el cliente en un empaque similar al mismo precio. Un refresco puede perder unos mililitros o puede haber unas cuantas galletas menos en un rollo. El precio no sube, pero sí lo que se paga por unidad. La razón por la que esto no funciona es que la mayor parte del costo de un producto empacado suele ser el envase, el transporte...

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