Enemigos del pueblo

Lo campos de concentración no los inventaron los nazis. La versión alemana hizo énfasis en la peor de sus vertientes conocidas: los de exterminio, que se encargaban de liquidar de manera definitiva a los que el Estado alemán calificaba de enemigos, por ser de una raza distinta de la aria, que sí fue un invento nazi. Ni los arios puros existían ni los judíos son una raza. Los zares rusos fueron los pri meros que utilizaron los campos de concentración, especialmente en las zonas más remotas y en los territorios más inhóspitos: en Siberia y cerca del Círculo Polar Ártico, pero también en las praderas de Kazajistán, todos con temperaturas insoportables. Pero fue Lenin el que los multiplicó con la revolución de los bolcheviques y los convirtió en parte integral del sistema socialista soviético con el nombre de Gulag, que es el acrónimo de Glavnoe Upranienie La gerei, que significa campo princi pal de administración. No sólo eran cárceles en las que sometían a los más horribles castigos a los condenados, sino también, y principalmente, campos de trabajo esclavo. La condición de ser humano se perdía tan pronto como se fuese incluido en alguna de las categorías de enemigos del pueblo: la derecha, la ultraderecha, la oligarquía, la burguesía, la reacción y la gusanera vendepatria, entre otros, pero también cualquier individualidad o grupo que se opusiera o criticara el régimen que se pretendía establecer en Rusia para salvar la humanidad completa. Nadie que se...

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