Epitafio para un ser diferente

En estos días que ser di-ferente puede traducirse, por obra y gracia del fanatismo político, en un gesto de traición a la patria, quiero escribir un epitafio para honrar la memoria de una persona que de muchas maneras se sintió siempre distinto, otro, incómodo.Acaba de morir a los 83 años, víctima de una enfermedad pulmonar que le quitó la respiración. Se llamaba Leonard Nimoy, pero la cultura popular lo recordará siempre como el señor Spock, el hombre mitad humano, mitad vulcano, de la serie de televisión de los años sesenta y setenta, Viaje a las Estrellas, que creó Gene Roddenberry.Dos certezas marcaron la vi da de Leonard Nimoy. La primera es que no podría apartarse jamás del personaje que ayudó a diseñar como una seña de identidad de su propia extrañeza.La segunda le tuerce el cuello a la primera: fue uno de los pocos actores de Hollywood que pudo ser muchas otras cosas a pesar de las orejas puntiagudas que parecían condenarlo a un solo papel en su vida.Judío, nacido en Boston, ciu dad en extremo católica, siempre se sintió parte de un grupo minoritario que era observado. Para una persona con esas marcas, no era difícil convertirse en un marciano en una serie de ciencia ficción.Nimoy definía a Spock como una persona inusual, inteligente, aguda, con sentido del humor, útil en las crisis, que se adaptaba perfectamente a los seres humanos.Esas características se pare cían a las del actor Leonard Nimoy. Antes de ser Spock, trabajó entre zombies, monstruos y comederos de cerebro, en películas serie B. Cuando ya no pudo quitarse a vulcano de encima, fue el William Bell de la serie Fringe, la voz de Sentinel Prime en Transformers 2011, y el sueño de Sheldon en The Big Band Theory.Sus pasiones tampoco se pa recían a las de un actor de serie B, que había interpretado a indios cherokees, mexicanos e italianos, casi todos torvos y desesperados.Le interesaba el teatro de Jean Genet produjo adaptaciones cinematográficas de este dramaturgo francés, pero también la fotografía. Escribió y publicó...

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