Erigen viviendas sobre escombros

Las familias que se establecieron en el borde de la autopista Gran Mariscal de Ayacucho son errantes. Se asentaron hace menos de dos años en los alrededores de esa vía porque la lluvia los dejó sin viviendas o llegaron al país en busca de mejoras económicas. La falta de casa nos empujó a este lugar. Tenemos hijos, trabajos y no queremos irnos de Caracas, dijo Fabián Rico, quien construyó su casa en el sitio. Él, por ejemplo, abandonó el sector San Isidro del barrio Altavista, en Catia, debido a los malos recuerdos. Todo quedó en ruinas allá. Estuvimos en un refugio, pero nos vinimos porque nada como una casa. Tengo como tres meses en este barrio y ya mi vivienda fue marcada por Protección Civil, relató. Las casas de Gran Mariscal de Ayacucho, en Petare, en su mayoría fueron construidas con tablas, restos de otras viviendas y techos de zinc. Son viviendas que se levantaron sobre los escombros. Yoleima Camargo fabricó su hogar en una calle cercana a la autopista. Anteriormente vivía en la parte baja de Brisas del Ávila en Gran Mariscal de Ayacucho. Pero se me cayó la casa completita. Pasé por el refugio en Los Cortijos, y tuve problemas con una camarera que nos discriminaba por ser colombianos. Tuve que devolverme con mis hijos al barrio y construir en este lugar, que está más arriba y es algo estable, explicó. Los lugares más vulnerables de Gran Mariscal de Ayacucho parecieran estar al fondo de la autopista. El precipicio que se observa desde la arteria vial está repleto de deslizamientos de tierra, casas derribadas y caminos agrietados. Eso se empezó a venir abajo con las lluvias de 2010. Allí, en los sectores Brisas del Ávila I y II, hubo más desastres, afirmó Camargo. La mujer todavía está en ple na mudanza. Debe cargar con sus pertenencias, que estaban resguardadas en una casa abandonada, por el quebradizo cerro. Aparta escombros, camina descalza, su ritmo es acelerado y no se encorva en los caminos empinados que debe atravesar para trasladar los enseres a la nueva vivienda. Se hace difícil, pero tenemos que...

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