'Este es mi muchacho'

Para Jesús Montero no fue un día normal. No, no se trata del grandeliga de los Yanquis de Nueva York, sino de su padre, Jesús Rafael, porque no todos los días un hijo se va dos veces para la calle en un juego en las ligas mayores. Montero padre vivió el gran momento de su vástago, Jesús Alejandro, desde Venezuela, aunque la impresión fue similar a la que hubiese sentido en una de las 52.235 sillas del Yankee Stadium, recinto del equipo del "pequeño" Jesús. "La emoción fue tan sabrosa y alegre que no tengo palabras para explicar y describir como me sentí", dijo el padre, quien siguió por Internet el desempeño del 63 de los mulos.

"El debut contra Boston fue muy duro para él, pero para el segundo o tercer turno, como yo tengo tanto tiempo viéndolo, me dije: `ya pasó lo más duro'", continuó el progenitor del grandeliga. "Cada vez que lo veo, parece tener más confianza. Hoy lo vi tan tranquilo que dije: `este sí es mi muchacho, este es mi bateador, este es el `Burul' -como le dicen en Guacara- que yo conozco". Jesús Alejandro también tenía motivos de sobra para celebrar, y es que en apenas cuatro juegos con los mulos ya disfrutó lo que es meterse al Yankee Stadium en el bolsillo.

El joven de 21 años de edad llegó al dugout con una sonrisa de oreja a oreja después de cada uno de sus estacazos. "Cuando conecté la pelota, fue como: `esa es jonrón, seguro", aseguró el novato a MLB.com. "En el siguiente turno sentí lo mismo, y fue un momento increíble".

Después de sus bambinazos, Montero recibió la ovación de la exigente fanaticada de los Yanquis, que lo obligó a salir a dar las gracias con su casco en alto. "Yo vi a todo el mundo haciendo eso, y siempre soñé con hacerlo yo. Fue un sentimiento único", expresó emocionado. "Espero que todo siga saliendo así de bien"...

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