¡Qué hubo! ¡Ésta sí es nueva!

Saludos, apreciados amigos. Finalizaron las vacaciones decembrinas, es hora de planificar las de Carnaval y, qué demonios, atender el breve espacio entre ambas al que llamamos TRABAJO. Mi primera columna de 2012, la primera después del resumen tipo trilogía de La guerra de las galaxias, un momento... chequeo si debo pagar derechos de autor por citar la película de George Lucas, no es necesario, OK, sigo, el primero después del resumen tipo trilogía de La guerra de las galaxias repa sando acontecimientos de 2011. He aquí algunos de mis propósitos para 2012: *Cada noche dedicar los primeros cinco minutos de mi programa en Televen al tarot. *Aunque todos sabemos lo que va a decir Dejar de remedar al Presidente durante las cadenas. *Escribir mis tweets en letra cursiva y en degradé de colores. *Aceptar que Víctor X tiene razón y no es film, es felm. *Exhibir con orgullo el tatuaje de Chamocrópo lis que me hice en los años noventa. *No permitir que mi imaginación me engañe sólo por llevarle la contraria al Gobierno cuando transito una calle llena de huecos. En capitalismo nos la pasamos cambiando de año, cada 12 meses uno nuevo, en socialismo con un año para siempre es suficiente. Regresar a escribir no es fácil, ¿recuerdan aquel dicho ¡caramba! ¡se te pegaron las teclas!? ¿No lo han escuchado? Claro, no existe, en realidad no es un dicho pero debería serlo, porque explica perfectamente lo que me sucede cuando paso semanas sin escribir. En otras palabras, estoy frío, casi tan frío como el suéter cuello tortuga en el clóset de Diosa Canales; casi tan frío como la gaveta donde reposa la invitación de los precandidatos de oposición al presidente Chávez para que participe en los debates; casi tan frío como la promesa de convertir el Palacio de Miraflores en una universidad. Diosdado Cabello fue designado presidente de la Asamblea Nacional, me gusta su espíritu: cambia y cambia y vuelve a cambiar de cargo sin perder la esperanza de encontrar para el que es bueno. Deberían aprovechar y realizar algunos cambios en la nueva temporada de la Asamblea, como retirar una silla antes de iniciar cada sesión y permitir la entrada de los diputados al hemiciclo por orden de llegada, el que se quede sin silla está eliminado. Al cerrar las puertas de la Asamblea debería escucharse un mensaje que advierta a los diputados: La sesión va a comenzar. Disfruta de tus cotufas y tu refresco y, por favor, apaga tu teléfono celular. Mahmud Ahmadineyad increíble, este señor...

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