Escaleras

Es algo inevitable: ¡todo lo que sube, baja! ¡Pero también es lo contrario! La escalera ofrece el mejor ejemplo: se la asocia desde luego a lo que asciende, a lo que permite comunicar lo de aba jo con lo de arriba. Se dice que Mahoma vio una escalera por la que subían los justos en busca de Dios y otro tanto le ocurrió a Jacob cuando contó en el sueño los 72 peldaños que lo llevarían a conocer los seráficos aromas del cielo; lo que revela que el ascenso, además de físico, puede abrirse a las fatigas del espíritu.¡William Blake pintó esa escalera! Gracias a la escalera logramos encontrarnos en su altura. Pero también podemos descender por ella, ir hacia abajo, caer, descubrir que existe otra escalera acaso con el mismo número de peldaños que soñó Jacob, pero que conducen a una vida secreta, subterránea en la que lejos de encontrar resplandores celestiales y al ángel que nos espera en lo alto serán las garras de algún rencor recóndito que nos arrastrará con violencia hacia otros abismos.La escalera puede sustituirse por una cuerda, un árbol, andamios, equipos de alpinistas que faciliten subir, trepar o escalar muros y montañas.La película venezolana La escalinata, 1950, de César Enríquez, considerada erróneamente como un filme neorrealista, es un símbolo del ascenso o descenso social en una barriada caraqueña como consecuencia de los inicios de la industrialización del país.La escalera es un vínculo entre el cielo y la tierra. En tre la vida espiritual y el nivel de lo terrenal. Asciende quien busca escapar de la grisácea normalidad de lo cotidiano. Sube quien aspira al saber y a mantenerse en la altura del conocimiento. Se afirma que somos nuestros propios peldaños; cada uno de nosotros es responsable de su propio escalón y, a veces, somos una escalera sin pasamanos. Pero en el país, en esta dura etapa bolivariana, no es posible ascender. No existe ninguna cuerda, árbol, escala por la que podamos trepar; ninguna escalera. No contamos con los peldaños de Jacob pero sí con escalones que nos conducen al sótano lúgubre en el que en la hora bolivariana...

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