Escribir ¿Por qué?

Cada vez que escribo un poema surge de un impulso de sentimientos; es una sensación táctil que sale de mis dedos desbordándose. Escribir es sentir, no es una posición nada novedosa, estoy influenciada por los románticos y creo que en nuestro tiempo quizás sea necesario reconsiderar la relación del hombre con la vida, con la literatura, con el arte. Las corrientes sicológicas, el psicoanálisis especialmente, han dado a la vida un sentido de análisis que asfixia, que nos hace perder la libertad de pensar, de sentir.Un esfuerzo deliberado me lleva a escribir: el deseo de ser única y a la vez una sensación de estar repartida en mil partículas donde nada me posee.El mundo de la palabra me saca del desamparo, convierte el poema en techo, lugar que protege y comunica, dice a gritos la intimidad, así estoy con los otros, soy para los otros.Cuando he seguido una idea con intensidad al final la veo, le doy importancia y me digo se ha dado casi sola, le voy a dar más intensidad para que sea un rayo.Hay algo excesivo en mí, que no contiene la cabeza, que es intrasferible, ya no es una conversación que desahoga, parecido a un sueño, viene desesperado y se escribe en mí. Me levanto y lo regalo a mis amigos, un poema, ellos también sienten, lo necesitan. Está latente. Mallarmé.Lautreamont.Al escribir el poema vuelve el tiempo de lo vivido. Puedo asir las cosas, instantes mágicos, donde soy muy feliz, aunque lo que diga sea triste.Leí mis poemas, se han escrito solos, han estado a la cabecera de mi...

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