La escuela no cuenta con herramientas para evitar la violencia entre jóvenes

Horacio Morales, de 13 años de edad, salió de su hogar a jugar Wii con dos compañeros de clases en la casa de uno de ellos. Lo que sería una tarde de amigos, terminó con la muerte de Morales. Uno de los adolescentes le disparó con un arma de fuego, después de tener una disputa con la víctima por el juego. Luego, los muchachos intentaron deshacerse del cadáver abandonándolo en el jardín del edificio y limpiaron los rastros de sangre con sábanas. El caso volvió a poner en la palestra la violencia entre los jóvenes, y particularmente entre los estudiantes. La historia de Horacio Morales no es la única en la que un adolescente muere a manos de otro de su mismo grupo etáreo. El 1º de marzo Kenny Guillén, de 14 años de edad, perdió la vida al ser atacado a cuchilladas y luego quemado presuntamente por dos compañeros de estudio de 15 y 17 años de edad, que fueron a la residencia de la víctima aparentemente para resolver un inconveniente entre ellos. En este caso, el adolescen te que participó directamente en el hecho fue recluido en el centro de formación integral, responsabilizado por lo ocurrido a Guillén. El caso de Morales todavía no tiene desenlace y tampoco se conocen las motivaciones que tuvieron sus compañeros para atacarlo. Pese a que las historias de violencia se repiten en muchas escuelas, son pocas las ocasiones en que los planteles educativos promueven actividades de orientación, diálogo y tolerancia entre los alumnos. Patricio Cabezas, especialis ta en Derechos Humanos del Centro de Participación para la Paz en Argentina, explicó que la violencia que los niños y adolescentes muestran en las escuelas, por lo general ya la vieron en su núcleo familiar o social. Aunque las instituciones educativas no tienen toda la responsabilidad en situaciones como estas, los docentes deberían estar preparados para manejar escenarios similares. Los educadores podrían darse cuenta de las po sibles conductas en los niños para hacérselas ver a su familia, dijo. En la institución educativa localizada en Montalbán, donde estudiaban los tres adolescentes, las autoridades no han asumido una posición, ni tampoco han anunciado iniciati vas para fomentar la convivencia entre los jóvenes. Algunos representantes temen que sus hijos sean víctimas de un hecho similar. El Nacional intentó hablar con las autoridades académicas del centro de educación, pero la directora del colegio, Diana Villacensio, dio instrucciones para que funcionarios policiales ayudaran a que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR