El espíritu de Semana Santa

Así como hay espí-ritu de Navidad, lo hay de Semana Santa, enten diéndose la palabra espíritu no en su acepción de ser inmaterial sino de esencia o sustancia de algo. Pertenezco a una generación que se quejaba del maratón de películas al estilo Los 10 mandamien tos y Sansón y Dalila, pero a la que hoy le resulta extraño encontrar una telenovela en pleno Viernes Santo, incluso a la célebre hora nona cuando expiró el Señor en la cruz hubo una generación anterior que atestiguó, incluso, una prohibición de jingles musicales en la televisión durante los días sagrados. Dedicado al zapping el Jueves Santo, curiosamente el único canal venezolano además de TV Familia en el que hallé un vestigio del espíritu de Semana Santa fue nada menos que TVES. Con nostalgia, consumí con fruición una comiquita en la que San Francisco de Asís evitaba que una turba exterminara a un lobo asesino, que luego comió mansamente migajitas de pan. La oferta cinematográfica de la televisora social incluyó títulos tan asombrosos como La vida de Brian de Monty Phyton juraba que jamás nadie se atrevería a transmitirla en Venezuela durante Semana Santa y la iraní Santa María del director Shahriar Bahrani, óptica islámica de la madre de Cristo ambos son personajes citados en el Corán. La Ciudad Es Mujer Canal i. Una lectora me comentó que ninguno de los programas que estrenó Canal i en 2011 tiene un concepto novedoso. Por ejemplo, No ches sin Censura se parece a Noche de Perros Televen. En lo personal no tengo problema con eso, si detrás hay una producción decente. Con frecuencia me he referido a Ají Picante RCTV, documento de la jodedera nocturna venezolana. Algunos dirán que fue uno de los peores programas de la historia pero, mal que bien, dejó un estilo impuesto por las personalidades de...

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