El espectáculo del oro

Los venezolanos nos gastamos 7 millones de dólares en traer desde Europa menos de 10 toneladas de nuestras reservas en oro en custodia fuera de nuestra frontera. El Gobierno revolucionario quiere hacer aparecer esta decisión como un gesto de patriotismo, de soberanía, de fortaleza de cara al país y de cara al mundo. Hugo Chávez quiere hacernos ver que nuestras reservan pudieran estar en peligro y que es necesario resguardarlas de manos ajenas, por demás interesadas. Una vez más echan mano del socorrido recurso izquierdoso de advertirles a los ciudadanos que les acecha un enemigo externo que quiere apoderarse de lo propio, todo con la finalidad de despertar sentimientos nacionalistas y gregarios en torno al Gobierno que nos defiende, y, justamente, en los momentos en que las cosas internamente no van bien y que pudieran ir peor. Fue grotesco el espectáculo ofrecido al país en el que los emisarios del Gobierno y del Partido Socialista Unido de Venezuela calificaron la llegada de unos cuantos lingotes a Maiquetía, una mínima fracción de nuestras reservas auríferas externas, de hecho histórico, porque se le estaba, en su opinión, devolviendo a la patria de Bolívar el oro que es suyo. Como si estuviéramos re cuperando, gracias a la acción revolucionaria, un capital robado o perdido. No es justificable el dispendio, ni el ridículo espectáculo logístico ni la demostración de fortaleza montada ante las cámaras de televisión por la recuperación de unas reservas que nunca han dejado de ser...

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