'Tengo un espíritu algo nómada'

Scarlet Ortiz a veces se siente chévere y en otras ocasiones padrísimo. Hay momentos, mientras habla vía telefónica, que describe a sus compañeros de trabajo como buena onda y minutos tarde como panas. Los venezolanismos y mexicanismos se entremezclan en su verbo sin que ella se dé cuenta, como si en un pabellón criollo se fusionaran el guacamole y el chile con el arroz, las caraotas y la carne mechada. En menos de cuatro meses, la actriz -que ya está acostumbrada a suavizar su acento para trabajar en otros mercados latinoamericanos- tuvo que aprender a no comerse la "s" ni la "j" y a usar una entonación más melódica al final de cada frase para protagonizar la novela Rafaela en México. "Aquí me pidieron que no hablara venezolano y que tratara de adoptar su pronunciación. Ha sido difícil porque no tengo buen oído, por eso no canto", dice en tono de broma la intérprete de 37 años de edad. -Dicen que el trato en México a veces es duro con los artistas foráneos, ¿cómo la recibieron a usted? -Me siento muy bien. Tengo a mi lado un equipo de actores maravillosos. No sólo son profesionales, hay un respeto. Si ha habido recelos, ni me he dado cuenta. Tengo un carácter bastante suave, no me gusta complicarme mucho la vida. Hasta ahora no me he topado con nadie mala onda. -¿Es la primera vez que trabaja en ese mercado? -Sí, era el país que me faltaba. Antes estuve en Argentina, Ecuador, Perú, Miami, República Dominicana y Colombia. Soy afortunada. Me gusta lo que hago, amo mi trabajo y eso se refleja. Tengo un espíritu algo nómada, aunque ahora se acabó porque tengo a mi bebé, Bárbara Briana. -¿Es un contrato largo con Televisa? -Es sólo por la telenovela. Cuando la termine...

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