Esquizofrenia

Los maestros de periodismo, especialmente los que se dedican a la enseñanza del género de opinión, no recomiendan que se utilicen términos del lenguaje especializado, sea de la medicina, de la ingeniería o de la física del estado sólido, y que cuando se haga se ponga al lado la correspondiente definición. Diremos, entonces, que el empleo de la palabra esquizofrenia como título no tiene como fin desafiar enseñanzas que se podrían considerar obsoletas, sino que no hay otro término para definir los intercambios entre Cuba y Venezuela. Mientras duró el vasallaje de Cu ba al imperialismo soviético, leninista-estalinista, los cubanos no pudieron ir a Rusia y sus posesiones a trabajar y ganar dinero, fuesen rublos, dólares o un primitivo intercambio de especies. Moscú era un centro de formación político-ideológico, un sitio para el entrenamiento militar y académico, con todas las deficiencias que se quieran, pero no un supermercado o un gran oulet para ir de compras. Tenían que ir a otra parte. Héctor Mujica decía que lo que más le gustaba de los viajes que hacía a Moscú para cumplir las tareas que le encomendaba el PCV eran los días que podía quedarse en París o en Roma. Los funcionarios cubanos, artistas y depor tistas que tuvieran la ocasión de pernoctar en esas ciudades aprovechaban para adquirir los artículos personales y lujos que el bloqueo impuesto por la revolución les vetaba. Silvio Rodríguez, por cantante y por sus fuertes nexos con la nomenklatura, usaba blue jeans y zapatos Kickers de...

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