Estafa vial

La caudalosa temporada de lluvias de diciembre de 2010 causó estragos particularmente en las viviendas de los pobres ubicadas en sitios de alto riesgo, y en las carreteras y caminos que comunican a las diferentes regiones del país. La emergencia fue de tal magnitud que ha llevado al Ejecutivo nacional a utilizar edificios públicos, incluyendo al palacio presidencial y la sede histórica de la cancillería, para alojar a los damnificados. Todo un show que no va al fondo del asunto.

Pero también sirvió de excusa para aprobar una antidemocrática Ley Habilitante que le permite al Presidente de la República dictar leyes sobre los asuntos más diversos, algunos relacionados con los daños provocados y otros totalmente ajenos a ellos.

Aprovechando la crisis que se ha creado por la falta de refugios, se ha utilizado la habilitación legislativa para ocupar y expropiar terrenos y edificios, con el alegato de que permanecían ociosos o que su uso no era el adecuado. También se pretenden construir

viviendas en los lugares más extraños, como la avenida Bolívar, en el centro de Caracas, para atender la coyuntura.

Para justificar la apropiación arbitraria de edificios en construcción se han magnificado los abusos que hayan podido cometer algunos constructores privados y se ha promovido una gran campaña publicitaria de denuncia de lo que se ha llamado la "gran estafa inmobiliaria", que afecta a justos y pecadores y que ha paralizado la industria de la construcción, una de las más dinámicas de la economía nacional.

La búsqueda de culpables para disimular la ineficiencia del Gobierno ante el problema del gran déficit de viviendas encontró en ese argumento una...

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