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Ex trabajadores son una voz combativa

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Vincent

Los anaqueles de su memoria resguardan la historia del Metro de Caracas mucho antes de su fundación en 1983. Conocen cada una de las áreas de funcionamiento en el aspecto técnico y administrativo y observan con preocupación lo que consideran como un deterioro avanzado del sistema. La Asociación Civil Familia Metro se constituyó en 2003, luego de la salida abrupta de más de 600 trabajadores de la nómina del servicio "por razones políticas", de acuerdo con sus representantes. Su historia está estrechamente vinculada al paro petrolero de 2002. Ricardo Sanzzone recuerda con exactitud las palabras del presidente Hugo Chávez y la fecha en que las pronunció: "A esos gerentes que pararon el Metro, me los botan", 15 de diciembre de 2002. Días antes, el 9 de diciembre, varios trabajadores del Metro hicieron un pronunciamiento público en el que rechazaban la paralización del servicio durante esos días. Sus palabras les valieron el despido y la persecución a lo largo de las vías del tren por sus compañeros de trabajo y por "grupos civiles armados que eran empleados del sistema, presuntamente para garantizar su seguridad. Nosotros denunciamos formalmente la presencia de esos tupamaros en las instalaciones", aseveró Luis Manuel Aguana, ex gerente corporativo de Tecnología. Aclararon que, efectivamente, ese día el servicio se paralizó, pero porque es lo que dicta el procedimiento al haber personas en las vías, y si estaban allí era para resguardar sus vidas.

Suma de experiencia. Quienes pertenecen a Familia Metro formaron o forman parte de la organización del Metro de Caracas. El número total de miembros lo resguardan por razones de seguridad. Alberto Vivas refiere que la mayoría de los despedidos en 2003 promediaban 20 años de experiencia en el servicio: "Se perdieron más de 500 años de experiencia", dice. Desde entonces han trabajado por el pago de sus reivindicaciones laborales, que a muchos de ellos aún les adeudan, y se han dedicado a hacer contraloría social del servicio. "Como asociación civil, conformamos un grupo de trabajo técnico y eso ha sido un gran dolor de cabeza para el sistema. De algún modo les marcamos la agenda, porque el Metro de Caracas nos concierne a todos y es necesario un grupo que luche por él permanentemente. El deterioro del servicio sería peor, si no actuáramos como una conciencia colectiva ciudadana", afirma Aguana...

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