Examen en rojo

No existe un solo equipo en el planeta que al enfrentar a España no meta dentro de su presupuesto una derrota. Alemania, Francia, Chile, Portugal, Holanda, Italia, Inglaterra, todos han sucumbida ante esta orquesta de artistas itinerantes. Ayer en La Rosaleda no estuvo de inicio Xavi, pero aquello no afectó al pincel de toque y toque, tampoco estuvieron sus dos delanteros insignes como Villa ni Torres pero los goles igual llegaron, tantos como para golear a Venezuela (5-0). La caída podía estar dentro de las cuentas de una selección como la criolla que apenas va escalando peldaños, lo que no encajaba en el plan era hacerlo de esta forma. Con el debate abierto sobre quienes deberían ser los delanteros en la Eurocopa, Vicente Del Bosque le dio la titularidad al gigante Fernando Llorente quien apoyado en su fuerza fue metiendo a la Vinotinto en su arco. Él era el punto grueso de un fútbol que tejían con hilo fino Iniesta, Silva, Cesc y Xabi Alonso detrás de él, con ese juego de tocar y tocar que es capaz de desquiciar a cualquiera. Ayer, la zaga criolla nunca encontró el antídoto y pasó casi todo el partido corriendo detrás de la pelota y de las camisetas celestes. Entre toque y toque, Venezuela acertó a presionar, cortar un par de circuitos y armar los contragolpes que había pedido Farías, sin embargo, de exprimir aquella táctica apenas goteó un disparo de Salomón Rondón.

Se mantuvo con vida la Vinotinto el tiempo que necesitó su rival para atinar alguno de sus disparos. Luego de estrellar una pelota en el travesaño, fue Iniesta quien, desprendido de sus labores de volante, pisó el área y remató un pase que cruzó el área pese a que estaba inundada de piernas venezolanas. El guión lo repitió luego Silva, aunque desde la banda contraria: un toque para...

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