Expresivo y fragmentado

La presencia de talentos venezolanos de la danza en el exterior es crecien te. No se trata de una situación inédita, ni tampoco referida exclusivamente a Venezuela: tradicionalmente el creador tiende a emigrar hacia donde hay posibilidades concretas de desarrollo personal y profesional. Dentro de los numerosos bailarines nacionales que han buscado realizar una carrera en el exterior se encuentra Manuel Pérez, residenciado desde hace 14 años en Europa, primero en Holanda y actualmente en Alemania, donde participa de los proyectos artísticos de Sasha Waltz y Guest, la relevante coreógrafa germana establecida en Berlín. Pérez pertenece a la generación de intérpretes surgida al amparo de los dinámicos años noventa de la danza contemporánea en Venezuela. Su formación inicial la recibió en el antiguo Instituto Superior de Danza y luego como integrante del elenco de las compañías Acción Colectiva Julie Barnsley y Espacio Alterno Rafael González. En ellas conoció muy de cerca los códigos tanto neoexpresionistas como los de la fragmentación posmoderna, lo que le ha permitido conducirse con versatilidad dentro de ambas tendencias de la danza escénica experimental. Durante ese mismo tiempo, como bailarín tomó parte de las primeras experiencias coreográficas de Juan Carlos Linares, Leyson Ponce y Lídice Abreu, así como las de Luis Lara y María Inés Villasmil, con quien creó el proyecto Dual Dance Project-DDP, los dos también de larga residencia en el extranjero. También en esa época comenzó a plantearse su trabajo personal, iniciándose en la creación de sus propias obras, las cuales ha llevado a Nueva York, Berlín, Ámsterdam, La Haya, Montpellier y Alkmaar, entre otras ciudades. Del mismo modo, ha colaborado en el ámbito internacional con...

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