Familiares, municipios y regiones asumen costos por cuidado de presos

Lorena repitió el viernes la rutina que ha puesto en práctica todos los días, sin excepción, des de hace tres meses. A las 11:00 am llegó al Departamento de Aprehensión del Cicpc en El Rosal con una bolsa blanca.Llevaba los alimentos que consumiría su esposo hasta el día siguiente. Según su cálculo, desde que el hombre permanece en ese retén policial ha tenido que reunir, por lo menos, 400 bolívares diarios para darle de comer. Aclaró que esta cantidad no incluye los gastos por el traslado a la sede policial.En ese lugar permanecen alrededor de 230 personas. Es una vieja quinta a la que se le han hecho adaptaciones para ampliar su capacidad hasta 60 personas. El hacinamiento de los detenidos es reconocido a diario en reportes internos. El traslado a principios de esta semana de 40 presos a internados judiciales del interior del país apenas ha mejorado la situación. Los nuevos presos ahora deben permanecer en celdas y oficinas de las subdelegaciones, y direcciones de la policía de investigación.Esta situación se reproduce en casi todos los cuerpos de seguridad que operan en el Distrito Capital, según se pudo constatar a través de contactos con funcionarios de cada institución. En la sede de la Policía Nacional Bolivariana, en Boleíta, permanecen detenidos 55 civiles, así como un número indeterminado de funcionarios policiales procesados por diversos delitos. El hacinamiento no es allí tan grave como en otras oportunidades, pero alcanza el 50%. En la Policía de Baruta, por ejemplo, es de 108%. En la de Libertador es de 255%.Un documento emitido en noviembre por el Comité contra las Torturas de la Organización de Naciones Unidas sugiere que este problema abarca a los retenes policiales de todo el territorio nacional. En las instalaciones de detención temporal, indicó el organismo, hay más de 13.700 detenidos.Estas personas deberían es tar bajo la custodia del Estado, pero en la práctica no es así. El hacinamiento y la ausencia de los cuidados mínimos han ocasionado brotes de violencia entre los detenidos e intentos de fuga en todos los cuerpos policiales de la capital, excepto en El Hatillo.Si los familiares de cada de tenido en los retenes policiales venezolanos gastan 400 bolívares diarios para mantener alimentados e hidratados a los presos, cada mes habría que pagar en total 164,4 millones de bolívares por la alimentación de estos detenidos, y al año 1,97 millardos de bolívares.La lotería del cupo. Carlos Nie to Palma, director de la...

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