Familias virtuales

El futuro llegó. Y con él, todo lo que parecía como de ciencia ficción. Ver el rostro de quien llama, intercambiar mensajes instantáneos -y gratuitos- o compartir la vida privada a través de redes sociales son ahora las herramientas para estar más cerca de quienes queremos. Por eso, para conocer la experiencia de quienes disfrutan de la cercanía que brinda la tecnología, qué mejor que recurrir a uno de los recursos más utilizados para comunicarse: el Facebook. Desde allí, muchos de los lectores de Todo en Domingo contaron sus anécdotas familiares e hicieron sus aportes con respecto al valor que tiene la tecnología en sus vidas. Desde matrimonios que recurren al Skype para acortar las distancias impuestas por el trabajo, hasta las madres y abuelas que no lo pensaron dos veces para aprender a usar todo aquello que las mantuviera "conectadas" con hijos y nietos. En Internet, como en la vida, hay de todo y para todos.

De cerquita con Skype. "Tengo una hermana que vive en Toronto. Un sábado estábamos hablando por Skype, ella, mi hijo de tres años y yo. Al rato me dio muchísimo sueño y le pregunté que si le podía 'dejar' a mi hijo mientras dormía un rato. Así lo hice, me fui a dormir 20 minutos y mientras tanto ella se quedó cantando y jugando con mi hijo. ¡Niñera virtual!", cuenta, divertida la lectora. Si algo tiene Skype es esa capacidad para borrar las distancias con un solo pantallazo y devolver el rostro de quienes no pueden estar cerca. En el caso de Skype, se trata de un software que permite la comunicación vía mensajes de texto, voz o video. El costo del servicio depende de la ubicación geográfica, pero el uso entre los usuarios es gratuito y tiene una interfaz amigable que puede ser entendida por cualquiera que quiera aprender a utilizarlo. Susana Chirinos de Babic recurrió a esta herramienta ante la imposibilidad de seguir pagando llamadas de larga distancia: "Vivo fuera desde hace cuatro años. Al principio, el teléfono lo era todo, pero después quedé embarazada y el hecho de poder hablar con mis padres y hermanas sin estar pensando cuánto me podría costar ha sido una bendición. Ahora mi hija habla por Skype con sus abuelos, les canta y ellos ven cómo crece su nieta". Escuchar la voz del otro desde la distancia siempre ha sido un aliciente invaluable, pero verlo como si estuviera en la sala de la casa es casi un milagro. Por eso abundan los casos de quienes emplean la tecnología para ver a sus familiares "de cerquita". Las madres con...

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