Los fantasmas que persiguen al pontífice

La polémica sobre la actitud de la Iglesia durante los años de la dictadura en Argentina volvió al primer plano tras la elección como Papa de Jorge Bergoglio, quien siempre negó haber colaborado con la represión.El arzobispo de Buenos Ai res fue citado en tres ocasiones, únicamente como testigo, para declarar en juicios relacionados con la dictadura. Hice lo que pude con la edad que tenía y las pocas relaciones con las que contaba para abogar por las personas secuestradas, afirmó Bergoglio, según el libro-entrevista El jesuita.Los detractores del Papa, que dirigía entonces a los jesuitas en Argentina, insisten en que tuvo algo que ver con la detención de dos misioneros encarcelados el 23 de marzo de 1976 y liberados cinco meses después tras ser torturados en el centro de detención más brutal de la dictadura, el de la Escuela de Mecánica de la Armada.Bergoglio precisó que los sacerdotes fueron liberados primero, porque no pudieron acusarlos de nada y, segundo, porque se movieron como locos desde el mismo día en que se los llevaron.El Papa afirma que sus dos únicos contactos con los dictadores Emilio Massera y Rafael Videla fueron para pedir la liberación de los sacerdotes.Bergoglio lo que...

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