La franquicia parasitaria

Una de las fallas de es-ta equivocación bolivariana, solo eficiente en su política de tierra arrasada y destrucción, ha sido su carencia de intelectuales y pensadores. No los hubo, no los hay, no los habrá.Este sancocho telúrico cruzado con el libro rojo de Mao o con el desleído Capital de Marx, presentado con la empobrecida eti queta socialista, ha sido tan carente de pensadores locales que la vieja izquierda venezolana tuvo que sufrir en carne propia los arrestos del chavismo para darse cuenta de la oxidación de sus dogmas. Escarmentaron en carne propia la maldición de una revolución que tanto invocaron. Tal inexiste la reflexión que cuando la Conferencia Episcopal Venezolana le preguntó al predecesor de Maduro sobre el socialismo del siglo XXI, aquel la mandó a leer a Marx, Engels y Lenin. La remitió a terceros porque carecía de respuestas. Los medios de comunicación de la incalificable unidad partido-Estado-gobierno son sencillamente unos repetidores de frases huecas y sin contenido. ¿O es que la red cultural oficial es un Think Tank? No puede haber intelectuales ni pensadores en un proyecto que exige sumisión, pensamiento único y hegemonía. El socialismo es una franquicia parasitaria de quienes temen a la li bertad y son incapaces de ser independientes.El único empeño de estas re voluciones diseñadas desde Cuba es la deconstrucción del lenguaje para empobrecerlo, aniquilarlo, despojarlo de significado, minimizarlo y trazar una neolengua al servicio del no...

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