Una relación fraternal alerta sobre el peligro de traicionarse a uno mismo

Iván y Abel son dos hermanos perturbados que se quieren mucho. Los episodios de violencia no tienen cabida en su relación. El primero ha enviado a dos psiquiatras a la locura, mientras que el segundo es agorafóbico, claustrofóbico y poeta. Son también caníbales, pero no se consideran como tales en su retorcida pero graciosa existencia.Sueñan con pasear por Esto colmo. Vivir lejos de la miseria en la que se ha convertido su país, lejos de las cucarachas.Todos los venezolanos queremos ser extranjeros. Renuncio al casabe, al queso de mano; y el `Alma llanera’ es una mierda, gritan. Pero sobre todo odian a los banqueros, los culpables de toda la corrupción.Nunca entregues tu corazón a una muñeca sueca fue es crita por el fallecido Rodolfo Santana y estrenada, bajo su dirección, en 1998. Para rendirle homenaje y como parte de una programación con autores nacionales la compañía del Teatro San Martín de Caracas presentará la reposición de la pieza a partir de hoy en su sede.La obra tuvo una buena aco gida por la crítica en su época y yo gané el Premio Municipal como Mejor Actor. Recientemente Fundarte decidió hacerle un homenaje y volvimos a la historia. Teníamos las fotos, los videos. Rodolfo quiso mucho a esta pieza, a pesar de que intentó matarla. Lo que él llamaba el `obricidio’. Es un montaje que tiene una cosa especial y lo más importante de su discurso es que habla sobre el ser humano. Él era un especialista en hacer una radiografía del venezolano, expresa David Villegas, que asume el rol de director y que protagoniza el montaje junto con Adolfo Nittoli.En un humilde hogar -que resguarda el retrato de la madre asesinada y los muslos de unos...

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