Fusión cívico-militar y empresas

La fusión cívico-militar ha sido señalada reiteradas veces como componente especial del modelo político. ¿Cómo se verifica en la práctica? En algunas ocasiones ha sido mostrada en la convivencia y cooperación entre funcionarios civiles y militares, que mueven el aparato del Estado y que son protagonistas en la atención de la asistencia a las mayorías. En otras oportunidades, a través del crecimiento de la estructura de educación superior. En lo cotidiano, ciertamente, se verán representantes de distintas fuerzas en la custodia de hospitales, el resguardo de operativos de misiones sociales, en las reuniones de diferente alcance en las co munidades y, en general, la cada vez más frecuente presencia de funcionarios pertenecientes a la Milicia en actividades y eventos regulares. Pero esta simbiosis pretende penetrar más aún, dentro de un modelo que aspira a tener presencia hasta en las más puntuales expresiones de la vida social. Vale la pena examinar si el esquema establece llevar esa figura hasta el ámbito laboral. Hace algunos años se pensaba que la formación y consolidación de movimientos sindicales sería una clara muestra de ese acercamiento. Después se instauraron los comités de la Lopcymat y esa figura tuvo algunas otras manifestaciones. Está sobre el tapete la consolidación de los con sejos de trabajadores cuya ley se discute en la Asamblea Nacional. En la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, en el artículo 50, se establece la figura de los cuerpos combatientes como unidades formadas por ciudadanos y ciudadanas que laboran en instituciones públicas o privadas, que de manera voluntaria son registrados o registradas, organizados u organizadas y adiestrados y...

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