En Galápagos reina la naturaleza

D esde siempre, las Galápagos estuvieron rodeadas de un aura experimental ca si mitológica. Situadas en medio del océano Pacífico, a 1.000 kilómetros de las costas ecuatorianas, la activa geología volcánica y la soledad han marcado en todos los planos la evolución de este singular archipiélago.Baltra, donde se encuen tra el aeropuerto, es un islote plano, pedregoso y reseco, donde al margen de los molinos y la estación aérea apenas existe otra construcción humana: una planta de energía fotovoltaica. Entre ambas complementan la producción eléctrica que no solo alimenta el funcionamiento de la terminal aérea, sino que enciende también buena parte de las luces de la vecina Santa Cruz, la más poblada de todas las islas Galápagos. Viento y sol, energía 100% renovable.Por ahí pasa hoy una de las apuestas de un espacio como no existe otro en el mundo.Desembarcar en Galápa gos implica mucho más que un cambio radical de clima y de paisaje; es sencillamente trasladarse a otra dimensión, zambullirse en un medio donde todo o casi todo está pensado para que la naturaleza continúe siendo la reina. Le aseguro que esto no cambiará. Nuestros hijos estudian en universidades a distancia o van a Guayaquil o Quito, pero vuelven porque se sienten comprometidos con el objetivo de mantener las islas como lo que son, un refugio natural, afirma con convicción José Luis, tripulante de una de las muchas embarcaciones que cada día surcan las aguas para llevar turistas a conocer alguno de los paraísos circundantes.Normas estrictas. 97% de los 7.880 km2 de tierra y los 45.000 km2 de agua que componen el archipiélago están declarados Parque Nacional y Reserva Marina, respectivamente, y no pueden ser visitados sin guías oficiales, sin un registro previo, sin cumplir las normas de cuidado extremo para piedras, plantas y animales. Y las normas se cumplen con un alto porcentaje de eficacia.En los ranchos del corazón de Santa Cruz, la parte alta donde la lluvia dice presente cada día en contraste con la sequedad de las costas, las tortugas gigantes que dieron su nombre...

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