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Los baños ganan con el color

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Vincent

Suelen olvidarse en la lista de prioridades. Cuando mucho, se les obsequia de vez en cuando con alguna jabonera nueva o un juego de toallas. Pero el baño es un lugar importante. Es el lugar donde se comienza la rutina diaria, por lo que jugar con el color puede ayudar no sólo a revivir esa zona de la casa, sino también a contagiarse de energía y arrancar la jornada con buen pie. Una manera sencilla de plantearse un cambio económico en el baño es el color. Por ser cuartos por lo general pequeños y no siempre del todo bien iluminados, la elección del matiz que se aplique en sus paredes debe estudiarse con cuidado. Contrario a lo que se piensa, en un baño son muchas las licencias cromáticas que se pueden permitir. Desde colores vivos como el amarillo o el naranja, que aportan energía y calidez, hasta opciones más conservadoras como el azul y el verde, cualquier color es prácticamente válido.

La intención cuenta. Ganar espacio, dar sensación de luz cuando no se tiene una fuente natural, hacer el ambiente menos frío son algunas de las necesidades fundamentales cuando se cambia el color de un baño. Las reglas generales aplican, pero en el caso de los baños, teniendo en cuenta que la mayoría de las veces las piezas son blancas, jugar con los contrastes da puntos a favor. La porcelana blanca en contraste con un fondo azul oscuro o rojo resalta y le da al baño un aire cosmopolita que ningún color claro podría aportar. Se puede tomar la inspiración de un tema y decorar un baño basado en los azules marroquíes o los contrastantes naranjas y violetas de la India. Lo importante en estos casos es incluir otros elementos que refuercen esa sensación. Las lámparas, floreros e incluso los espejos vienen a ser los accesorios perfectos para ese juego en el que la sala de baños parece otro lugar. Alguna fotografía, afiche o postal colgada en la pared más protagónica ayudará a completar el efecto. Y si lo que se pretende es jugar con el blanco y el negro, pintar las paredes con pintura de pizarra es una opción que puede resultar entretenida, sobre todo a la hora de dejarse mensajes entre los miembros de la familia del tipo "Hijo, recuerda recoger tu ropa sucia".

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