El régimen en sus luchas

El régimen madurista toma nuevas banderas para distraer al país y lograr algunas ventajas electorales, ante un 8 de diciembre que según la mayoría de las encuestas serias favorecerá a la oposición, a pesar del grosero ventajismo que traduce fraude: la lucha contra la corrupción y la lucha por precios justos y contra el acaparamiento, dos luchas artificiales que esconden el objetivo real y prioritario que no es otro que la lucha sin cuartel contra la oposición que excluye, evidentemente, a los beneficiarios y amigos, para satisfacer a los que esperan con el odio creado desde las altas esferas del poder, el castigo a la llamada burguesía parasitaria.La primera lucha, nada no vedosa, por cierto, se erige con base en actos que contrarían la esencia misma de la lucha contra la corrupción. Al mismo tiempo que exonera de toda responsabilidad a Cabello por su gestión como gobernador de Miranda 2004-2008, el Tribunal Supremo de Justicia adopta una decisión para despojar de su inmunidad parlamentaria a la diputada Arangu ren, disidente pesuvista, para dar paso al suplente Flores y lograr el tan deseado diputado 99 que permitirá de nuevo la aplanadora en la Asamblea para imponer, sin consulta, ni dentro ni fuera del Parlamento, una ley habilitante innecesaria, pero seguramente útil para arremeter contra la oposición y para establecer definitivamente el régimen diseñado desde La Habana, por el que se pretende someter al país a una férrea dictadura comunista.La segunda lucha que apa renta también cierta legitimidad, por la necesaria protección de los consumidores, se lleva a cabo mediante acciones arbitrarias y desproporcionadas, pero sobre todo peligrosas, que nos aproximan al caos y a la anarquía y en consecuencia a la desestabilización social.Los controles establecidos para que se establezcan precios justos y para solucionar el problema del desabastecimiento y de la escasez; el llamado a vaciar los anaqueles y los procesos abiertos contra empresarios son una muestra del más odioso primitivismo político.El régimen bolivariano ha vi vido desde sus comienzos en medio de enormes contradicciones. Ayer condenaban el consumo capitalista, promovían el ahorro socialista, aho ra llaman a comprar barato, a disfrutar de la Navidad por adelantado, al mejor estilo capitalista. Una vez el esfuerzo...

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